Bambi Bucket’, el arma de la FAC para sofocar incendios forestales
La Fuerza Aérea Colombiana apoya desde el aire a los grupos de rescate que no pueden controlar conflagraciones en tierra. El sistema lanza agua desde 200 metros de altura.
El Bambi Bucket es una canasta gigante que cuelga de un helicóptero y es capaz de descargar entre 420 y 660 galones de agua desde la altura y de manera controlada. En realidad se trata de un sistema utilizado por la Fuerza Aérea Colombiana, FAC, para mitigar los incendios forestales a los que es imposible que organismos de rescate lleguen por tierra.
En el caso del Atlántico, el Bambi Bucket ha sido necesarioen zonas como Candelaria, Manatí, Campo de la Cruz, el corregimiento de Molineros, de Sabanalarga, y en la reserva ecológica de Banco Totumo-Bijibana, ubicado en Repelón.
Precisamente en este último punto, en donde se registró un incendio la semana anterior y fue difícil el acceso por tierra para los cuerpos de rescate, la Fuerza Aérea utilizó el equipo, halado por un helicóptero Bell UH-1 o también llamado Huey II.
El coronel David Barrero Barrero, comandante del Comando Aéreo de Combate No. 3, Cacom 3, con sede en Malambo, explica que el Bambi Bucket que utilizaron los pilotos de esta unidad militar para controlar el incendio forestal de Repelón tenía capacidad para transportar 420 galones de agua. “Ese día hicimos 17 cargas, es decir tomamos agua 17 veces y lanzamos el líquido mezclado con una espuma retardante, en 36 ocasiones: un poco allá y un poco acá. Se hizo de manera controlada, con un control remoto que lleva en cabina la tripulación”.
Según el alto oficial, ese día cargaron al menos 7 mil galones de agua dulce, los cuales sacaron de cuerpos de agua cercanos a la zona de conflagración. La manera de abastecerse, agrega el uniformado, “es llegando al punto de carga, se baja el helicóptero y el Bambi recoge el líquido con una motobomba. Pasa que por estos días los cuerpos de agua están secos y por eso utilizamos piscinas portátiles para abastecernos”.
La altura desde la que se descarga el agua, dice Barrero, está cercana a los 500 pies, equivalentes a los 150-200 metros. “El piloto puede llegar más bajo, pero esto depende también de la visibilidad”.
Menciona Barrero que en estos días “hemos descargado alrededor de 29.120 galones de agua desde la altura. Atlántico ha tenido focos de incendios que aparecen y desaparecen, todos los atendemos a través de la Unidad de Riesgo del Departamento”.
El jefe del Cacom 3 añade que en estos momentos tres bases aéreas de la FAC del país trabajan de manera conjunta para combatir los incendios forestales en la Región Caribe. Estas bases son las de Rionegro, Antioquia; Melgar, Tolima, y Malambo, la que él comanda.
Por ejemplo, la base de Rionegro prestó el helicóptero UH-60, el popular Black Hawk, para remolcar el Bambi de 660 galones con el que extinguen las conflagraciones de la zona del Magdalena, incluyendo la Sierra Nevada.
La base de Melgar hace lo mismo con el Huey II, en préstamo para las maniobras en Atlántico.
Hectáreas consumidas. El secretario de gobierno departamental, Jaime Berdugo, señala que en lo que va corrido del año se han registrado al menos 600 incendios forestales en el Atlántico. Dichas conflagraciones, de mayor a mínimas proporciones, de acuerdo con Berdugo, han consumido 1.600 hectáreas de bosque.
En el caso de la FAC, sostiene el funcionario, “ha estado siempre en disposición de apoyar por aire lo que los Bomberos, Defensa Civil, Fuerza Pública y Voluntarios, no pueden hacer en tierra. Ha respondido siempre a todas las situaciones”.
Mientras la Gobernación del Atlántico estudia la compra de uno de estos equipos, además de una piscina portátil de 8.000 galones de agua, la Fuerza Aérea utiliza “en préstamo” la canasta con motobomba, hecha de un plástico resistente, para apagar las conflagraciones que por estos días azotan los bosques secos del Departamento.
El Consejo de Gestión de Riesgo decretó el estado de urgencia manifiesta que va permitir la compra del Bambi y la piscina portátil para hacerle frente a los incendios forestales.
POR:
KENJI DOKU