Campesinos del Vichada transitan hacia la legalidad

En una de las zonas más apartadas de Colombia se gesta el que quizás será el proyecto más ambicioso del Vichada, 214 familias de la Inspección de Guerima pasaron de cultivar coca a sembrar cacao de exportación.

En los años 90s los pobladores eran obligados a trabajar al servicio del narcotráfico, la minería ilegal y otros fenómenos criminales, un panorama que hoy con el empuje de la comunidad y el apoyo de la institucionalidad se ha logrado trasformar para devolverle la identidad y autonomía a una población que en un 60% pertenece a resguardos indígenas.

La trasformación del campo en el oriente colombiano tiene su capítulo más importante gracias al respaldo permanente de la Fuerza Pública que ha generado las condiciones necesarias de seguridad y al Gobierno Nacional que subsidiará la segunda fase del proyecto denominado “Desarrollo Integral del Alto Vichada”, con el cual se sembrarán 183 nuevas hectáreas y se injertarán 108.710 plantas de cacao. Una iniciativa que arrancó en el 2012 y que hoy después de una alianza público privada y la persistencia de la población ya dio sus primeros frutos.

Con este nuevo apoyo técnico y financiero las familias recibirán un plan de atención inmediata, asistencia alimentaria y generación de ingresos rápidos, que les facilitará el tránsito hacia la legalidad. “Hace cuatro años la mayoría vivíamos de la siembra de coca, era lo único que nos aseguraba la plata para comer, pero ahora sembramos cacao, sembramos paz en esta tierra y para nuestros hijos” asegura Roberto Casallas líder de la Asociación de Productores Agropecuarios del Alto Vichada (PROAGRO).

Chupave, Güerima y Puerto Príncipe, es una zona antes considerada por su ubicación geográfica como ‘El triángulo negro’, sin embrago con el compromiso de la Fuerza Aérea Colombiana de garantizar la seguridad y transportar el cacao hacía Bogotá para su comercialización, del Grupo Asesor del Comandante del Ministerio de Defensa, quien ha actuado como articulador para que entidades como la Gobernación y la empresa Casa Luker le apuesten a esta iniciativa y del Ejercito Nacional que vela por la seguridad de la zona y apoya las labores de carga del cultivo, se ha logrado empoderar a la comunidad y darle las herramientas para que se convierta en un proyecto próspero y sostenible, región que ahora será promovida como ‘El triángulo del cacao’.

Los campesinos que soñaban con encontrar una alternativa para acabar con los cultivos ilícitos, superaron todo tipo de amenazas por parte de los Grupos Armados Organizados y crearon PROAGRO, una organización que se ha sostenido con el aporte de cada uno de sus miembros y ha ejecutado recursos por cerca 1.200 millones de pesos aportados por la Gobernación de este departamento. “Hoy en día gracias a Dios podemos hablar de un 95% del personal que vive en esta región que ya cambió la mentalidad del cacao y estamos en el programa del cultivo de cacao”, afirma Isidro Montiel, Representante legal de PROAGRO.

El Coronel Jean Paul Strong, Comandante de la Fuerza de Tarea Ares es testigo y promotor de la trasformación social y económica de esta población “Los campesinos viven más tranquilos porque ya no sienten la intimidación, no se sienten obligados a cultivar la coca, se sienten felices de trabajar legalmente y nosotros estamos para apoyarlos”.

De acuerdo a las cifras de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito hasta 2015 Vichada pasó de 1.242 a 683 hectáreas de coca, un avance que se espera consolidar con el fortalecimiento de proyectos de desarrollo con los que se siga motivando la sustitución voluntaria de cultivos, una tarea con la cual se lograría que el Departamento para 2018 este 100% libre de coca.

Los campesinos y ahora empresarios de Guerima entregaron en febrero la segunda cosecha de cacao con la que esperan sembrar futuro y dejar en el pasado los años de violencia y droga.