Colombia ingresa como socio global a la OTAN

Colombia se convirtió en el primer país de Latinoamérica en ingresar con el estatus de socio global a la Organización del Tratado de Atlántico Norte (OTAN), el 31 de mayo de 2018; el mismo estatus de países como Australia, Corea del Sur y Nueva Zelanda. El ingreso se dio tras la firma de un acuerdo en una reunión entre el presidente colombiano Juan Manuel Santos y el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg, en Bruselas, Bélgica, sede de la organización.

“Somos socios globales, no miembros. Esta condición solo permite al país participar en operaciones de entrenamiento, no en operaciones militares”, aseguró el presidente Santos tras la formalización del acuerdo. “Significa formar parte de protocolos de modernización para estandarizar los procesos, lo cual facilita el acceso de las Fuerzas Armadas a un portafolio de capacitaciones y entrenamientos de la OTAN en áreas en las que Colombia debe avanzar”.

Alcances del acuerdo

Colombia y la OTAN tenían una estrecha relación. El acuerdo la formaliza, dando acceso a las fuerzas colombianas a intercambios y encuentros en temas como la ciberdefensa, la promoción de la mujer en la paz y seguridad y en el desminado.

“Celebro la oportunidad de aprender de la experiencia única en artefactos explosivos que tiene Colombia”, declaró a la prensa Stoltenberg. “Sus conocimientos pueden aplicarse en el proceso de paz y reconciliación en Afganistán”.

Las lecciones sobre el control de la corrupción y las mejores prácticas para combatirla son otro tema incluido en la nueva relación. Las Fuerzas Militares de Colombia desarrollan desde el 2013 un programa de transparencia, anticorrupción y ética, como pilar fundamental de transformación. La OTAN cuenta con un programa de construcción de integridad que se alinea con las políticas de transparencia que busca el país. El programa permite adoptar normas de transparencia para fortalecer los procedimientos, como las compras militares, que no son solo mecanismos internos pues obedecen a estandarización y supervisión internacional.

Incrementa la interoperabilidad

La incorporación a la organización fue una iniciativa de cara a la nueva realidad del país en el postconflicto. El General del Ejército Alberto José Mejía Ferrero, comandante de las Fuerzas Armadas de Colombia, lideró el diseño de la doctrina Damasco, en línea con la necesidad de tener unas fuerzas modernizadas y competitivas. Sin la doctrina Damasco, estrechar la relación con la OTAN no habría sido posible.

Las destrezas de la Fuerza Aérea de Colombia son parte vital en el acuerdo de cooperación con la OTAN. (Foto: Fuerza Aérea Colombiana)
“La doctrina es un hito histórico y revolucionario que le proporcionará más herramientas operacionales a los comandantes en todos los niveles; que potencia nuestras capacidades contrainsurgentes”, explicó a Diálogo el Gral. Mejía. “Damasco es el oportuno y necesario proceso de revisión, actualización y jerarquización doctrinal del Ejército Nacional, [con] un nuevo vocabulario, para alcanzar mayores niveles de interoperabilidad, pues Colombia adolecía de una doctrina militar con estándares internacionales, necesaria para enfrentar potenciales amenazas externas”.

Las Fuerzas Militares de Colombia sienten solidez en su nueva condición internacional. Los comandantes saben que con ella sus elementos participarán de entrenamientos para adquirir destrezas importantes.

“Estar en la OTAN es un reconocimiento a las capacidades, condiciones y compromisos de nuestra institución al nivel adquirido en todos los años de conflicto”, señaló a Diálogo el General Carlos Eduardo Bueno Vargas, comandante de la Fuerza Aérea Colombiana. “Las fuerzas del aire de varios países quieren hacer ejercicios con nosotros. Sabemos hacer las cosas y quieren saber cómo lo logramos”.

Procedimiento para ser socio

Ser socio global de la OTAN implicó que los militares colombianos adoptaran un abanico de tareas representadas en el inicio de proceso de actualización, alineación y construcción de la doctrina conjunta de las Fuerzas Militares. Fueron necesarios cambios de estructuras organizacionales para mejorar procedimientos internos; de estandarización en la forma como se cataloga y clasifica el material y el equipo y en la complementación de los programas de entrenamiento y educación de oficiales, suboficiales y soldados.

Ha sido necesaria la participación de las fuerzas en programas de intercambio de conocimiento en doctrina, entrenamiento y educación militar en los mejores centros de excelencia y capacitación castrense en los EE. UU. y Alemania, entre otros. Cerca de 130 efectivos colombianos han participado desde 2015 en varios países en conferencias, talleres, seminarios y ejercicios de entrenamiento en temas de transparencia, resiliencia y liderazgo.

Colombia prevé modernizar el sistema de educación y entrenamiento militar con un programa académico que ofrezca sus aptitudes, con el nivel para interactuar con otras fuerzas armadas; participar en el programa de ciencia y tecnología para obtener avances en los procedimientos de administración o gestión de riesgo y en protocolos de sostenimiento logístico. Por lo pronto, trabaja en la modernización de sus capacidades en ciberdefensa.

“Existen nuevas amenazas a la seguridad y estabilidad mundial, como el terrorismo y sus nexos con el crimen transnacional organizado, el tráfico de drogas y sus problemas asociados y la corrupción; desafíos que hemos aprendido a enfrentar”, finalizó el Gral. Mejía. “La experiencia de nuestras fuerzas, ese ADN particular, ha llamado la atención del mundo y forman parte del intercambio de conocimiento que aportaremos en la OTAN”.

Tomado de: https://dialogo-americas.com/es/articles/colombia-nato-global-partner