Colombia se prepara para defender su espacio aéreo
Durante ocho días continuos un grupo de pilotos de aeronaves de combate estadounidenses compartieron sus conocimientos con sus similares de la Fuerza Aérea Colombiana, FAC.
Al pasar por el espacio aéreo antioqueño, suenan como si del cielo se descargara una oleada inmensa de truenos. Muchas personas, desinformadas de lo que pasaba, al sentir su imponente y sonora presencia por el barrio Sevilla o por Tricentenario, en Medellín, se asomaban por los ventanales de sus edificios extrañados por el ruido. Se trataba de un entrenamiento conjunto, con fines de intercambiar conocimientos, entre un grupo de pilotos de la Fuerza Aérea de Carolina del Sur, Estados Unidos, y la Fuerza Aérea Colombiana, FAC.
“Lo que hicimos fue preparar con tiempo operaciones de protección del espacio aéreo para defender nuestro territorio colombiano que tiene una extensión de 1.141.000 kilómetros cuadrados. Venezuela ha venido en una creciente carrera armamentista y en algún momento podrían invadirnos. Ojalá no ocurra, pero si pasa estamos preparados para responder”, con estas palabras explicó el comandante Aéreo de Combate número cinco, Héctor Luis Carrascal Varela, la importancia de dichas pruebas aéreas.
Los ejercicios, que empezaron el pasado 11 de agosto y culminaron ayer en la base aérea de Rionegro, involucraron a 250 personas, entre técnicos y pilotos, de ellos 112 eran de Estados Unidos y 138 colombianos. Los protagonistas de las pruebas militares fueron seis aviones F-16 traídos de Carolina del Sur y cuatro Kfir tripulados por pilotos colombianos. “El F-16 es el doble en tecnología avanzada, es un monstruo de aparato”, cuenta Robert Toole, piloto estadounidense que maneja uno de esos aviones.
Según Carrascal Varela, los aviones de combate e interceptación colombianos, conocidos como Kfir, llevan más de 25 años de operación, por ello, el paso a seguir es adquirir los modernos F-16.
Durante ocho días continuos se hicieron dos entrenamientos diarios, el primero a las 10 de la mañana y el segundo a las 2 de la tarde. Cada recorrido de las aeronaves, que duraba una hora y diez minutos, partía desde la Base Aérea de Rionegro y llegaba hasta la de Palenquero en Puerto Salgar, Cundinamarca. La idea era simular una interceptación de un avión que entraba a invadir el espacio aéreo colombiano. “Lo que normalmente se hace cuando un avión entra a nuestro territorio sin permiso es buscar su línea de comunicación y ordenarle que aterrice en determinado lugar. Si no lo hace, se le hace un segundo llamado de atención, si persiste la desobediencia se procede a derribarlo”, explica la teniente Paola Moreno. El caso más reciente de invasión de nuestro espacio aéreo se presentó con un avión ruso que fue interceptado, pero frecuentemente intentan entrar aviones con cargamentos de drogas, para ese tipo de operaciones es que nos preparamos con estos ejercicios, concluyó la oficial.
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