Contundente operación contra el narcotráfico en Nariño deja más de cinco toneladas de cocaína incautada
En una operación coordinada entre la Fuerza Aérea Colombiana y la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional se logró la ubicación, judicialización y destrucción de tres laboratorios, dos centros de acopio y la incautación de más de cinco toneladas de clorhidrato de cocaína en la vereda Vallenato, zona rural del corregimiento de Llorente en el municipio de Tumaco, Nariño.
Una oportuna y puntual información de inteligencia aportada por la DIJIN, la Dirección de Antinarcóticos, así como por las imágenes de una zona boscosa entre los ríos Mira y Güisa, entregadas por plataformas de inteligencia de la Fuerza Aérea Colombiana permitieron detectar la zona a la que no se podía acceder de manera terrestre; posteriormente, aviones del Comando Aéreo de Transporte Militar, CATAM, trasladaron a 100 comandos jungla de la Policía Nacional hasta Tumaco, desde donde partieron dos aeronaves de esa Institución e hicieron el asalto aéreo, escoltadas por un helicóptero Arpía de la FAC que garantizó la seguridad al ingreso y salida de las tropas y una aeronave AC-47T encargada de brindar la seguridad durante las cuatro horas de maniobra en tierra.
En el lugar se encontró un megalaboratorio en el cual se hallaron cocinas, hornos, químicos y otros elementos utilizados para el proceso de oxidación.
También fue ubicado un rudimentario sistema de cable de aproximadamente 20 metros de extensión, impulsado por una motocicleta y poleas, dirigido hacia una montaña donde se divisaba una cochera.
En ese sitio los uniformados se percataron de la existencia de otra edificación rústica rodeada de maleza, madera y latas que en realidad era una caleta del narcotráfico, donde bajo tierra escondía 164 sacos que almacenaban bloques de cocaína embalados y marcados con la letra "O" y la expresión "K2".
El alijo que arrojó un peso de 5293 kilogramos, al parecer sería llevado en lanchas a través del río Güisa a un lugar en el Pacífico colombiano, donde sería transbordado a un semisumergible que lo pondría en Centroamérica.
Tres complejos más fueron destruidos, uno de ellos dispuesto para la cristalización de cocaína, los otros dos estaban dedicados a la fabricación de permanganato de potasio y ácido clorhídrico.
En total fueron destruidos 2.695 galones de sustancias químicas y 12.400 kilogramos de insumos sólidos, además de motobombas y, por lo menos, 12 construcciones que servían de alojamientos y para desarrollar las distintas etapas en la producción de la droga.
Como ha ocurrido en otras regiones donde el narcotráfico se ha enquistado en la naturaleza, quedó en evidencia el daño ambiental que generan las cantidades de sustancias químicas arrojadas deliberadamente a las fuentes hídricas al terminar el procesamiento del estupefaciente; en este caso, a los ríos Mira y Güisa, que abastecen a las poblaciones nariñenses del Pacífico.
Por las marquillas encontradas en los bloques de cocaína y algunas evidencias recaudadas en la operación, se reafirmó que los complejos y el millonario cargamento criminal pertenecería a dos organizaciones narcotraficantes del Valle del Cauca y Nariño, que trabajan en asocio y pagan a grupos armados ilegales para que les faciliten el desarrollo de la actividad ilícita en esa región de Tumaco, localizada a sólo 20 minutos del océano.
Esta operación coordinada es la cuarta que se realiza en menos de dos meses con participación de las dos Fuerzas Armadas, en la más reciente realizada en Guaviare fueron destruidos 104 laboratorios; anteriormente se llevó a cabo otra en Putumayo contra la organización conocida como la "Constru", e inicialmente en El Catatumbo se afectaron áreas de injerencia del Eln y "Los Pelusos".
Las acciones coordinadas entre la Fuerza Aérea Colombiana y la Policía Nacional de interdicción de droga y cristalizaderos se mantendrán en Nariño y en todo el país, para continuar afectando a las organizaciones ilegales que se lucran del tráfico de drogas.