Culminando un servicio militar con altura
“Con la satisfacción del deber cumplido, pueden retirarse”, esta frase quizás es la más anhelada por los jóvenes quienes prestan su servicio militar en la Fuerza Aérea Colombiana, pues luego de 12 o18 meses llega el día en el que culminan su servicio a la patria y orgullosamente ratifican su amor y compromiso en la defensa de su país.
Así se despidió en ceremonia de licenciamiento de los soldados integrantes del primer y segundo contingente de 2020 el Dragoneante Valencia Henao Esteban, con emotivas palabras que relatan el agradecimiento y honor de ser colombiano y de haber servido satisfactoriamente a la tricolor.
“Con el permiso de mi Coronel, respetuosamente me dirijo a ustedes con el deseo de expresar un agradecimiento profundo en nombre de mis compañeros, quienes hemos tenido la oportunidad de prestar nuestro servicio militar obligatorio en tan excelente Institución y especialmente en esta maravillosa Unidad Militar Aérea como es el Comando Aéreo de Combate No. 5.
Hay momentos en la vida que son especiales por si solos, pero compartirlos con personas tan motivadoras como los presentes en este auditorio, los convierten en inolvidables y es para mí un gran honor y una verdadera satisfacción manifestar estas palabras en nombre de los soldados regulares integrantes del Primer Contingente de 2020, en este día tan emotivo y significativo para nosotros, en el cual culminamos nuestro servicio a la Nación.
Estos días he tenido muchos sentimientos encontrados y aunque estoy consciente de que ha llegado el momento de cerrar una etapa más en mi vida y poder estar más cerca de mi familia, la experiencia de haber aportado con sacrificio mi tiempo, y los conocimientos adquiridos me han enriquecido enormemente tanto a nivel profesional como personal.
No es fácil dejar atrás nuestro servicio y las grandes personas con las que compartimos durante año y medio en este lugar. No obstante, también somos conscientes de que los ciclos deben cerrarse y de que nuevas puertas, oportunidades y etapas se abrirán, por lo cual deseamos que quienes lleguen a ocupar nuestro lugar puedan desempeñarse de la mejor manera y aprendan tanto como nosotros lo hicimos durante todo este tiempo.
Nos llena de orgullo decir que pertenecimos a esta grandiosa Unidad, que nos acogió durante varios meses, tiempo en el que fuimos productivos e inmensamente felices, donde llegamos por primera vez un tanto temerosos y que a través de los días nos sentimos como en casa, porque encontramos superiores que nos acompañaron en el recorrido de este largo camino: los exigentes, los buena gente, los compañeros, los justos y los temidos que nos alimentaron con buenos ejemplos, enseñanzas y valores, que si bien es cierto ya traíamos de casa, pero que aquí reafirmamos día tras día y que conjuntamente colaboraron para hacer de nosotros lo que hoy somos; jóvenes entusiastas con deseos inmensos de seguir superándose, luchando por un mejor futuro en estos tiempos tan difíciles que nos ha tocado vivir y que sin la base del carácter y la noción de responsabilidad que adquirimos, no podríamos llegar a ser ciudadanos con valores bien definidos.
Como dije anteriormente no es fácil decir estas palabras pues no es exagerado expresar que nos embarga una gran tristeza al tener que despedirnos el día de hoy y dejar atrás el sitio donde vivimos durante tantos meses, dejar a nuestros compañeros y superiores, pero esa tristeza se reconforta al mismo tiempo de pensar que donde quiera que vayamos, sabremos colocar en alto el nombre de nuestro CACOM-5 y por supuesto de mi Fuerza Aérea Colombiana.
Así, me despido de la “Casa de los Halcones Valientes” con un profundo agradecimiento por habernos permitido prestar nuestros servicios en tan honorable y prestigiosa Fuerza, a la cual le debemos tanto. Nos vamos con los mejores recuerdos. AD ASTRA.
