Despliegue especial del CACOM 2 para salvar vida de bebé indígena recién nacido
Un exigente despliegue operativo cumplió la Fuerza Aérea en Mapiripán, Meta, para salvar un bebé indígena de apenas un día de nacido cuya vida corría peligro debido a que en el parto sufrió asfixia, presentaba signos de hipoglicemia y sospecha de infección. Las condiciones de la misión eran complejas ya que en dicho municipio la pista de aterrizaje es un campo no preparado y no cuenta con ninguna iluminación para la tripulación, lo cual exige una alta pericia de los pilotos.
Por tal motivo, el Comando Aéreo de Combate No. 2 ubicado en Apiay, Meta, destinó dos aeronaves, un avión Cessna 208 Caraván medicalizado con personal especializado para la misión de traslado aeromédico y adicional un avión AC-47 Fantasma que cumplió la labor de iluminar toda el área de aterrizaje mediante el lanzamiento de bengalas infrarrojas.
Las tripulaciones despegaron del CACOM 2 hacia Mapiripán. El avión AC-47 Fantasma lanzó las bengalas lo cual permitió al piloto del Caraván aterrizar en Mapiripán pese a las difíciles condiciones del terreno. Allí, el personal médico de la Fuerza Aérea recibió al bebé en la incubadora del avión y sus padres indígenas pertenecientes a la comunidad Sukuany.
“En el centro médico la madre presentó un trabajo prolongado de parto y el bebé tuvo asfixia y debió ser reanimado. Además tenía sospecha de infección y signos de hipoglicemia. Lo más difícil en el vuelo fue controlar la respiración del bebé por los cambios de altura, pero siempre lo estuvimos monitorizando y brindamos también soporte de glucosa. Así logramos el traslado sin complicaciones”, destacó la Subteniente Adara Estrada, Médico del CACOM 2.
Una vez de regreso en la Unidad Aérea, los padres de familia estaban más tranquilos y observaron cómo su hijo era entregado estable a un personal médico de una clínica de Villavicencio. Francisco Chica, padre del paciente relató su drama: “el bebé nació pero tenía algo de infección y por eso se necesitó este desplazamiento. Entonces le agradezco a la Fuerza Aérea por brindarnos a nosotros este vuelo a nosotros en las comunidades alejadas. Como padre del bebé estoy muy agradecido con ustedes”.
Luego de cerca de cinco horas de vuelo entre ambas aeronaves, las tripulaciones se mostraron satisfechas por el esfuerzo cumplido. “Es un sentimiento muy grande porque es el primer bebé que evacúo y es una satisfacción más grande aún ya que soy padre. Entonces esto lo llena a uno de mucha alegría y ganas de seguir adelante para seguir salvando vidas en todo el país”, destacó Teniente Julián Niebles, piloto del Cesna 208 Caraván.
De esta manera, el Comando Aéreo de Combate No. 2 demuestra el alto nivel de pericia y entrenamiento de sus tripulaciones sin importar la exigencia de la misión y su vocación de servicio a los colombianos que más lo necesitan.