El Ángel 1 recibe equipos de comunicación y monitoreo de última generación
El equipo se compone de un sistema de transmisión y grabación para el rescatista donde cuenta con un casco tipo “mich” (Casco de Comunicaciones Modulares Integradas por sus siglas en inglés) con audífonos y micrófonos tipo auricular, cámara a color de alta sensibilidad integrada al casco, intercomunicador con radio de comunicaciones de banda aérea VHF, un videograbador digital de alta resolución y definición con capacidad de almacenamiento en sistemas de memoria SD (tal como las que utilizan los computadores y cámaras digitales), un transmisor de video y audio con tecnología microondas, un morral impermeable que se porta en la espalda del rescatista y en la que, a su vez, se guardarán y protegerán los equipos.
Todo esto permite que la tripulación esté observando lo mismo que el rescatista, paralelamente estas imágenes y audio estarán siendo almacenadas en el sistema principal, haciendo que tenga comunicación directa con el piloto para una mejor coordinación. Una vez en la cabina, el piloto obtendrá una imagen real de lo que allí está ocurriendo gracias al sistema de cámaras que le arrojará la información en tiempo real en monitores LCD, que permitirán al médico evaluar la posible situación del paciente, incluso antes, de que este aborde la aeronave; pudiendo adelantar algún procedimiento y ganando valiosos segundos, necesarios para la supervivencia de un herido.
Ya en la cabina de mando de la aeronave, era necesario tener en cuenta la estandarización de la cabina y la no saturación de equipos en el panel de instrumentos y la consola inferior, donde se tenia inicialmente la opción de instalar el segundo monitor; se estudió entonces la posibilidad de utilizar la pantalla del radar meteorológico en su entrada auxiliar de video, donde el piloto podrá ver lo que sucede afuera con el rescatista y también lo que suceda en la cabina de pasajeros, solamente accionando un botón en la caja de control.
La innovación, el adecuado uso y aplicación de la tecnología y la integración de la empresa privada con los desarrollos de la aviación militar, han permitido que en la actualidad las operaciones especiales sean más seguras y efectivas, con el fin de salvar la mayor cantidad de vidas de los colombianos que requieren de la ayuda del helicóptero “Ángel” sin poner en riesgo las vidas de quienes sacrifican todo por el bienestar de las personas que, en cualquier punto de Colombia e incluso de otros países, ven en las tripulaciones de la Fuerza Aérea Colombiana, hombres y mujeres idóneos dispuestos a dar todo de sí para salvar la vida de quien lo requiera.
Con la asesoría de Técnico Subjefe Jackson Cárdenas y Técnico Segundo Jose A. Larrota
