‘Elsita’, una mujer de la Fuerza Aérea Colombiana con alma carnavalera
Desde comienzos del siglo XX el Carnaval de Barranquilla, se empezó a realizar como una herencia de la época colonial, proveniente de diferentes fiestas que se realizaban en la actual Cartagena de Indias, estas se celebraban entre la pequeña población que se asentó en lo que hoy en día se ha convertido en la puerta de oro del país, que para aquellos años no tenía creencias religiosas arraigadas, ni ningún tipo de tradición que marcara alguna barrera para celebrar la riqueza cultural que habitaba en el Caribe colombiano.
Por esto ‘Elsita’ como cariñosamente le dicen todas las generaciones de oficiales, suboficiales y civiles que han pasado por el Comando Aéreo de Combate No.3, ha decidido compartir un poco de lo que esta tradición costeña significa para ella, anudada a su labor como funcionaria civil de la Institución cumpliendo un rol muy importante durante los últimos 25 años, como secretaría de 17 comandantes de esta Unidad.
Llegó a la Fuerza Aérea Colombiana inicialmente como practicante, pero se abrió una oportunidad para hacer parte formal de la Institución e inició sus labores en el Comando Aéreo de Combate No. 3 un 16 de julio de 1994, desde ese momento fue designada como secretaria del Grupo de Combate No. 31, donde con cariño recuerda al Coronel (RA) Fernando Maldonado, un oficial que le enseñó todo acerca de las misiones que cumplía la Fuerza, que le mostró el lado más humano de quienes portan un uniforme, ya que ella tenía una percepción de que todas las personas que hacían parte de las Fuerzas Armadas, eran de temperamento fuerte, lo que les quitaba algo de ese toque humano que encontró en quienes para ese momento se convertirían en su segunda familia.
Después de cinco años fue seleccionada para ser la secretaria del comandante de la Base, labor que ha desempeñado por 20 años, con el orgullo de haber trabajado para tres de ellos que se convertirían en comandantes de la Fuerza Aérea Colombiana, así como para otros que han dejado una enorme huella en esta barranquillera, quien ha dedicado su vida al servicio de los hombres que lideraron el cumplimiento de la misión constitucional del CACOM 3, labor que le ha enseñado “que la vida militar no es fácil, que para servirle al país solo debe existir un fuerte deseo de hacerlo sin importar el uniforme, y que mi amado Caribe ha salido adelante gracias a la labor de todos nosotros, funcionarios públicos que trabajamos silenciosamente, porque aunque no salimos en televisión para hablar sobre las cosas buenas que hemos logrado, nos levantamos con satisfacción a servirle a la gente de nuestra propia región”, afirmó Elsa con una enorme sonrisa.
En el transcurrir de sus labores en la Base conoció a su esposo Francisco Yañez, un barranquillero que logró enamorarla a ella y también reencontrar su cariño por las tradiciones culturales de la ciudad, ya que fue el quien por primera vez la invitó a hacer parte de los desfiles que se realizan en torno al Carnaval de Barranquilla, bailando al son de la cumbia con la comparsa de la Universidad Libre, ella conoció este grupo de personas con las cuales ha bailado durante los últimos nueve años por la vía 40, el lugar en el que durante tres días el color, la música caribeña y la tradición se apoderan no sólo de este espacio público, sino también del corazón de toda una ciudad, que se enorgullece de haber nacido en la capital atlanticense, junto al magdalena, donde el río besa el mar en Bocas de Ceniza y donde el Joe Arroyo prefirió quedarse a pesar de ser cartagenero.
Desde enero a febrero después de salir de trabajar del CACOM 3, ‘Elsita’ ha dispuesto de su tiempo libre durante estos últimos nueve años, para quitarse el uniforme de la Fuerza y ponerse el vestido del garabato, que es la danza que ahora ponen en escena con la comparsa de la Universidad Libre, cambiando año a año el orden de los pasos, para que su coreografía sea tradicional pero agradable a los ojos de los jurados que al final de la batalla de flores, la gran parada de comparsas y la gran parada de tradición y folclor, los organizadores escojan las mejores comparsas de cada una de las danzas tradicionales que son premiadas con el Congo de Oro.
Este año al igual que en los últimos cinco años, Elsa estará agitando su falda al ritmo del chandé, esperando que su comparsa gane nuevamente el Congo de Oro de la danza del garabato, porque para ella es un orgullo poder compartir con la Fuerza Aérea Colombiana, este triunfo como si fuera de todos los integrantes del Comando Aéreo de Combate No.3, convirtiéndola a ella en la única representante de la Institución en esta gran fiesta cultural, que le ha permitido vivir su amor por las alturas y por Barranquilla la bella.