Fuerza Aérea de Colombia presenta proceso de transformación
Tres grandes comandos y un estado mayor serán la base del funcionamiento de la nueva estructura de la Fuerza Aérea de Colombia (FAC), definida así tras un proceso de trasformación que requirió dos años de análisis y planeación. El mismo fue presentado al país el 1.º de junio de 2017 en las instalaciones del Museo Aeronáutico, sede del Centro de Memoria Histórica de la FAC. El proceso forma parte de un gran programa de renovación que Colombia desarrolla hacia las Fuerzas Militares 2030, como política estatal a mediano y largo plazo, basado en la metodología de planeación por capacidades.
En el nuevo organigrama, el estado mayor tendrá la responsabilidad de liderar la estrategia para el mejoramiento continuo de los procesos internos a través del trabajo del Comando de Operaciones Aéreas, encargado de los procedimientos de protección y defensa de la soberanía y el control del espacio aéreo. El Comando de Apoyo a la Fuerza será el responsable de ejecutar la logística y el respaldo a los procesos administrativos y del área tecnológica. Por su parte, el Comando de Personal estará encargado de administrar el talento humano y el entrenamiento de oficiales, suboficiales y soldados de la FAC.
“Buscamos con esta transformación una organización militar polivalente, interoperable, con capacidad de actuar bajo estándares internacionales y de despliegue operacional. Ser más efectivos y especializados, con mayor control de los recursos humanos y económicos, simplificando los procesos, aumentando la velocidad de respuesta para contrarrestar amenazas”, dijo a Diálogo el General del Aire Carlos Eduardo Bueno Vargas, comandante de la FAC.
Fuerza que no vuelve atrás
“Transformamos la forma de hacer las cosas para acceder a los estándares internacionales de interoperabilidad. Pasamos del concepto simétrico de la defensa, a estimular las capacidades de defensa de la nación en un nivel superior”, explicó el Gral. Bueno. “Cambiamos la manera de organizar y proyectar el potencial humano acorde con estos tiempos; también la manera de ser más efectivos en la administración de los recursos humanos, técnicos y económicos”.
La FAC es una fuerza referente en la región. Su actividad cotidiana incluye la colaboración con países en atención de desastres naturales y operaciones de control aéreo. Forma parte del programa conjunto Plan de Acción Estados Unidos-Colombia, a través del cual elementos de ambos países entrenan en interdicción aérea a pilotos y personal de defensa aérea de El Salvador, Guatemala, Honduras y República Dominicana. A partir de la transformación, la fuerza prevé incrementar la colaboración con los países de Latinoamérica. Tendrá mayor capacidad para actuar de manera simultánea, rápida y eficaz.
“Mucho de lo que ahora somos, lo hemos aprendido en ejercicios internacionales. Tendremos los mismos estándares de un escuadrón de F16 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, por ejemplo. Otra muestra, nuestros pilotos de avión tanquero pueden ya hoy dar combustible a escuadrones ingleses, a escuadrones de los Estados Unidos”, agregó el Gral. Bueno.
Águila Arpía, un nuevo símbolo
Hasta el momento la imagen de la FAC era el Águila Calva, símbolo de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, país unido históricamente a las Fuerzas Militares de Colombia. Ahora, la FAC hace tránsito al Águila Arpía como símbolo de la transformación. Fue seleccionada por ser un ave que vuela en el continente sudamericano, con gran énfasis en el territorio colombiano, para dar muestra de una doctrina propia, un símbolo propio.
“Tenemos una deuda inmensa con los Estados Unidos, con sus instituciones, con su Fuerza Aérea, porque nos apoyaron a obtener esta victoria militar que puso al país en la era del postconflicto. Yo tuve la oportunidad de formarme en las escuelas de los Estados Unidos donde conocí a muchos de los generales que hoy comandan fuerzas aéreas del mundo,” dijo el Gral. Bueno en la ceremonia de presentación de la nueva FAC. “Nos enseñaron los valores, los principios, la visión de democracia, de asertividad, las herramientas para hacer una campaña aérea bien hecha. Por eso, un mensaje de gratitud, de admiración y de reconocimiento a la Fuerza Aérea [de los Estados Unidos], un aliado de todos los tiempos que nos permitió compartir su símbolo”.
Impacto en la seguridad operacional
“De cara a la reorganización institucional, debemos buscar el equilibrio dinámico en la fuerza que permita mantener altos estándares en la operación. Esto sin perder de vista la trasformación cultural, que para nosotros siempre guarda el mismo valor, la seguridad”, dijo a Diálogo el Mayor General de la FAC Ramses Rueda Rueda, inspector de Seguridad Operacional de la FAC.
En seguridad operacional, la FAC tiene los mayores estándares de la región. Lo confirman cero accidentes durante su operación durante el 2016. “Un enfoque de la seguridad, fortalecido en factores humanos, hará énfasis en la capacidad de nuestro personal para responder, monitorear, anticiparse y aprender, más que al simple hecho de gestionar los errores”, agregó el May. Gral. Rueda. ”Obviamente, la estrategia se apoya en otras dependencias que agregan valor en su capacidad tecnológica, profesional y alta cualificación técnica, que permiten desarrollar actitudes no solo investigativas y preventivas, sino proactivas y predictivas”.
Las bases de la transformación están sentadas. Empieza la transición: una implementación planeada para los próximos seis meses. A partir de enero de 2018 la FAC operará bajo el esquema de la nueva organización. En este momento la entidad adelanta los procesos administrativos y jurídicos requeridos, y elabora la redacción final del manual de funciones de cada una de las nuevas dependencias.
“Nuestra evolución es para durar. Está muy bien pensada ante los nuevos desafíos. Con ello respondemos a la Colombia que ve en nuestra institución, además de la fuerza que garantiza la seguridad del espacio aéreo, un contingente de hombres y mujeres dispuestos a ayudar”, dijo el Gral. Bueno. “Son pilotos que llegan en medio de la noche para rescatar [a una persona] selva adentro, para evacuar un soldado herido por mordedura de serpiente, o que fue amputado por una mina, o equipos entrenados para atender desastres naturales. Nos sentimos muy orgullosos de ese componente social. A eso y a nuestra misión constitucional damos respuesta con esta transformación para los próximos 100 años”, finalizó.