Heroínas del aire: mujeres al mando de la aviación helicoportada en su Fuerza Aeroespacial
En la aviación militar, las mujeres tripulantes de helicóptero destacan por su valentía y profesionalismo, diariamente lideran misiones desafiantes como la extinción de incendios forestales, traslados de emergencia, evacuaciones aeromédicas y patrullajes aéreos, demostrando su destreza y compromiso en cada tarea encomendada, como en este caso, por su Fuerza Aeroespacial Colombiana, en beneficio de los ciudadanos.
A bordo del equipo HUEY-II, las oficiales Blanca Hernández, Kerlyn Candamil y Gabriela Herrera, oriundas de Bogotá, Cali y Santander, desafían cualquier límite físico con valentía, demostrando que tanto el conocimiento como la determinación, no dependen de un género cuando se trata de proteger y servir a la comunidad desde el aire.
La Teniente Hernández con una trayectoria de 1.200 horas de vuelo, ha estado al mando de aeronaves tanto de ala fija como rotatoria, entre las que se encuentran: T-41, TH-67, UH-60 y actualmente HUEY-II, gracias a su profesionalismo aportó al desarrollo de operaciones en pro de la seguridad en los departamentos de Antioquia y Chocó, siendo posteriormente destinada al Comando Aéreo de Combate No.4, ubicado en Melgar, Tolima, donde a la fecha contribuye significativamente a operaciones humanitarias en el Tolima, Huilla y Cundinamarca.
Su profesionalismo la ha llevado a destacarse como una piloto de helicóptero experimentada, además de un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones, como las Subtenientes Candamil de 22 años y Herrera de 20 años, que desde su rol como copilotos de esta aeronave versátil, diariamente contribuyen con cada vuelo, a la misión institucional a través de las múltiples capacidades de la operación helicoportada.
Hoy, en este día especial, queremos rendir un sincero homenaje a todas las mujeres que, desde sus diversos roles, contribuyen de manera invaluable al desarrollo de nuestro país y al bienestar de sus familias. ya sea como profesionales, madres, cuidadoras, líderes comunitarias o en cualquier otro papel, su dedicación, fortaleza y talento, son fundamentales para construir un futuro más próspero y equitativo para todos.
