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Llevaban coca y se encontraron con el director de la Policía Nacional

La Fuerza Aérea Colombiana y el Comando Sur de los Estados Unidos refuerzan programa de intercambio de información y tecnología aérea.

La Fuerza Aérea Colombiana (FAC) y el Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM), por conducto de la Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur (JIATF Sur), ajustaron los protocolos y procedimientos del Programa para la Supresión del Tráfico Ilícito Aéreo de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas, también conocido como programa de Denegación del Puente Aéreo (ABD en inglés), como parte del esfuerzo para proteger el espacio aéreo colombiano. La revisión del ABD, que articula el combate contra el narcotráfico con diferentes tareas de seguridad de ambos países, se realizó el 16 de septiembre de 2018 en el Comando de Operaciones Aéreas de la FAC en Bogotá, Colombia.

“Verificamos que la ejecución de los procedimientos establecidos en el programa ABD y que el objetivo fijado por ambas naciones se mantenga para negar el uso ilícito del espacio aéreo”, dijo a Diálogo el Teniente Coronel de la FAC Oscar Jiménez, director de Defensa Aérea y Antimisil del Comando de Operaciones Aéreas. “Se acordó además el fortalecimiento del programa con personal capacitado y tecnologías actualizadas para enfrentar las amenazas de una manera más eficiente”.

La tarea de revisar este acuerdo, iniciado en 2003, se lleva a cabo cada año. La misión es orientar la información de inteligencia y la comunicación para contrarrestar cualquier amenaza a la seguridad, integridad y soberanía del territorio colombiano. “La eficiencia del programa ABD está medida en la negación del espacio aéreo al narcotráfico”, agregó el Tte. Cnel. Jiménez.

Violación al espacio aéreo

Las trazas aéreas en el espacio aéreo colombiano prácticamente desaparecieron. Las tareas articuladas con la Fuerza Aérea de los EE. UU. favorecen las labores de prevención y neutralización de las aeronaves que pretenden utilizar el espacio aéreo para cualquier actividad fuera de la ley, declaró la FAC en un comunicado.

“Llevar a cero esta cifra no significa que los narcotraficantes abandonaron el medio aéreo para su accionar, situación que nos obliga no sólo a mantener el acuerdo vigente, sino también a innovar en la lucha contra este flagelo que cada vez es más creativo para cometer sus ilícitos”, dijo el Tte. Cnel. Jiménez. “Negar el uso ilegal del espacio aéreo para el transporte de drogas es beneficioso para ambos países, pues afecta las finanzas de las organizaciones [delictivas] e impacta la oferta de droga en el mercado”.

Las tripulaciones colombianas que desarrollan operaciones de vigilancia aérea sujetas a las normas y procedimientos de Colombia fueron instruidas por el Gobierno estadounidense al inicio del programa. “Gracias al profesionalismo del personal aéreo esta capacitación es [ahora] asumida por la FAC”, aseguró el Tte. Cnel. Jiménez.

Los representantes militares de ambos países renovaron el apoyo vinculado con el suministro de información de inteligencia. Además, fortalecieron el empleo de plataformas equipadas con equipos de rastreo, detección y grabación para identificar y filmar todas las actividades ilícitas de las aeronaves.

“Tomaremos las decisiones necesarias en materia de capacidad operacional”, aseguró el presidente de Colombia Iván Duque a la prensa. “El compromiso con la seguridad es todo; se va a reafirmar en el trabajo continuo de las Fuerzas Armadas”.

Colaborar para cerrar brechas

La FAC es responsable del programa ABD y de coordinar sus trabajos con las demás instituciones participantes, como JIATF Sur, una de las fuerzas de tarea de SOUTHCOM que apoya la seguridad de las naciones amigas. JIATF Sur conforma la vigilancia responsable de verificar el cumplimiento de los procedimientos establecidos del programa por medio del monitoreo de seguridad aérea y terrestre.

La prioridad del programa es lograr que las aeronaves fuera de la ley bajen a tierra de una manera segura en la pista de aterrizaje más próxima controlada por autoridades colombianas. La FAC cuenta con procedimientos adecuados para evitar la pérdida de vidas en aire o en tierra.

“La colaboración es fundamental porque permite completar las capacidades que tienen algunas fuerzas con las de otras y eso nos ayuda a cerrar brechas para combatir los crímenes trasnacionales no sólo con los EE. UU., sino con los otros países de la región”, resaltó el Tte. Cnel. Jiménez. “El programa ABD es único en su género, pero existen otros programas de intercambio de información y de entrega de vuelos ilegales en la región que buscan afectar el narcotráfico de una manera eficiente mediante el apoyo mutuo y la unión de capacidades”.

El control del aire y del espacio sobre el territorio colombiano es la prioridad número uno para la FAC. Por eso, el esfuerzo principal está orientado a buscar el dominio y supremacía de cada una de las tareas que se desarrollan en el aire y el espacio para brindar la libertad de acción de las operaciones terrestres, navales y aéreas.

“Colombia quiere fortalecer los vínculos con los Estados Unidos porque comparte los valores democráticos al igual que la preocupación de combatir el narcotráfico”, expresó el presidente Duque. “Vamos a continuar con todos los esfuerzos contra las drogas ilegales”, aseguró.

Tomado de: https://dialogo-americas.com/es/articles/colombia-us-review-counter-nar…

Autor
Dialogo

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