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Medio ambiente, un asunto de seguridad nacional al que también le apuestan las Fuerzas Militares

En abril de este año nació ‘Artemisa’, una campaña con la que el Gobierno Nacional, a través de las Fuerzas Militares, la Policía Nacional, la Fiscalía General de la Nación y Parques Nacionales de Colombia, busca detener la deforestación y con esto contribuir al cuidado del medio ambiente.

La conservación y restauración de los bosques, la renovación urgente del sistema alimentario mundial y el cambio climático han hecho que varios países del mundo tomen medidas urgentes para la protección del medio ambiente. Colombia, una de las naciones con la mayor diversidad biológica del planeta, está luchando para su conservación. El Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea cumplen el llamado del gobierno del presidente Iván Duque, que califica como de “interés nacional principal y prevalente la protección del agua, la biodiversidad y el medio ambiente”.

Para lo anterior, esfuerzos como la recuperación de dos mil hectáreas de bosques equivalente a 18 veces el parque metropolitano ‘Simón Bolívar’ de la capital colombiana, la conservación y preservación de los páramos de Colombia a través de la siembra de frailejones y la participación en investigaciones científicas como Seaflower, Cabo Manglares y Antártida, son solo algunos de los compromisos ambientales que ahora se adelantan en camuflado.

Estas medidas tienen origen en la presencia de actores al margen de la ley, que a través de diferentes acciones criminales, como la tala indiscriminada, están devastando las selvas y trópicos colombianos, ya sea para la siembra de matas de coca o para la extracción ilegal de minería; acciones con las que no solo están acabando con la riqueza natural que caracteriza al país, sin importar las consecuencias que esto trae para el futuro de las nuevas generaciones, sino que financian y dinamizan economías criminales cargadas de violencia para las comunidades y regiones más vulnerables.

Sumado a esto y como indica el Instituto Humboldt, los cambios en las condiciones climáticas y actividades humanas de diversa índole “como la deforestación, la minería ilegal, cultivos ilícitos, la sobreexplotación de especies silvestres, el tráfico, la caza, la depredación, la contaminación del agua, expansión urbana e industrial, entre otras”, están en ojo de las autoridades colombianas.

Es por esto, que dentro de la Política de Seguridad y Defensa del presidente Duque, la cual se traduce en la hoja de ruta para responder a las múltiples amenazas del Estado, la Fuerza Pública ha fortalecido las labores de preservación de los recursos naturales en todo el territorio nacional, muestra de esto, es la erradicación de más de 65.000 hectáreas de cultivos ilícitos en lo corrido de 2019.

Uno de los puntos cruciales para el cuidado del medio ambiente es el de detener la deforestación, la cual está acabando con los ecosistemas nacionales y de acuerdo con cifras oficiales, durante 2019 y bajo la campaña ‘Artemisa’ desarrollada por las Fuerzas Militares, la Policía Nacional, la Fiscalía General de la Nación y Parques Nacionales de Colombia, se han recuperado más de 2.000 hectáreas de bosques y parques naturales.

CON INFORMACIÓN DEL COMANDO GENERAL DE LAS FUERZAS MILITARES
Medio ambiente, un asunto de seguridad nacional al que también le apuestan las Fuerzas Militares
Actualidad
18 Oct 2019 - 7:00 AM
Redacción Especiales
En abril de este año nació ‘Artemisa’, una campaña con la que el Gobierno Nacional, a través de las Fuerzas Militares, la Policía Nacional, la Fiscalía General de la Nación y Parques Nacionales de Colombia, busca detener la deforestación y con esto contribuir al cuidado del medio ambiente.

La siembra de frailejones es uno de los compromisos ambientales que adelantan las Fuerzas Militares.Cortesía
La conservación y restauración de los bosques, la renovación urgente del sistema alimentario mundial y el cambio climático han hecho que varios países del mundo tomen medidas urgentes para la protección del medio ambiente. Colombia, una de las naciones con la mayor diversidad biológica del planeta, está luchando para su conservación. El Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea cumplen el llamado del gobierno del presidente Iván Duque, que califica como de “interés nacional principal y prevalente la protección del agua, la biodiversidad y el medio ambiente”.

Para lo anterior, esfuerzos como la recuperación de dos mil hectáreas de bosques equivalente a 18 veces el parque metropolitano ‘Simón Bolívar’ de la capital colombiana, la conservación y preservación de los páramos de Colombia a través de la siembra de frailejones y la participación en investigaciones científicas como Seaflower, Cabo Manglares y Antártida, son solo algunos de los compromisos ambientales que ahora se adelantan en camuflado.

Estas medidas tienen origen en la presencia de actores al margen de la ley, que a través de diferentes acciones criminales, como la tala indiscriminada, están devastando las selvas y trópicos colombianos, ya sea para la siembra de matas de coca o para la extracción ilegal de minería; acciones con las que no solo están acabando con la riqueza natural que caracteriza al país, sin importar las consecuencias que esto trae para el futuro de las nuevas generaciones, sino que financian y dinamizan economías criminales cargadas de violencia para las comunidades y regiones más vulnerables.

Sumado a esto y como indica el Instituto Humboldt, los cambios en las condiciones climáticas y actividades humanas de diversa índole “como la deforestación, la minería ilegal, cultivos ilícitos, la sobreexplotación de especies silvestres, el tráfico, la caza, la depredación, la contaminación del agua, expansión urbana e industrial, entre otras”, están en ojo de las autoridades colombianas.

Es por esto, que dentro de la Política de Seguridad y Defensa del presidente Duque, la cual se traduce en la hoja de ruta para responder a las múltiples amenazas del Estado, la Fuerza Pública ha fortalecido las labores de preservación de los recursos naturales en todo el territorio nacional, muestra de esto, es la erradicación de más de 65.000 hectáreas de cultivos ilícitos en lo corrido de 2019.

Uno de los puntos cruciales para el cuidado del medio ambiente es el de detener la deforestación, la cual está acabando con los ecosistemas nacionales y de acuerdo con cifras oficiales, durante 2019 y bajo la campaña ‘Artemisa’ desarrollada por las Fuerzas Militares, la Policía Nacional, la Fiscalía General de la Nación y Parques Nacionales de Colombia, se han recuperado más de 2.000 hectáreas de bosques y parques naturales.

‘Artemisa’ se lanzó el pasado 28 de abril con tres objetivos principales dados por el presidente Duque: “El primero, parar lo que he denominado esa hemorragia deforestadora que se ha visto en los últimos años. Dos, que nosotros recuperemos nuestra selva tropical húmeda, nuestros bosques. Y tres, que judicialicemos a los que están detrás de esa cultura devastadora”.

En cuanto a este último punto, las autoridades han capturado cerca de 1.400 personas dedicadas a este delito ambiental y han incautado gran cantidad de maquinaria amarilla, dragas, motobombas, motores y explosivos, que serían utilizados con el fin de afectar bosques y parques de Colombia.

Si bien la campaña ‘Artemisa’ busca recuperar hectáreas perdidas de bosque y parques naturales, esta no es la única línea para combatir el cambio climático. Las Fuerzas Militares han dispuesto de más de 20.000 hombres que trabajan contra la minería ilegal en zonas como Antioquia, Valle, Cauca, Chocó, Cundinamarca, Córdoba, Boyacá, Bolívar y Norte de Santander.

En cuanto a la protección del agua, el Ejército adelanta el programa Restauración Ecológica de Páramos a través de 10 de sus batallones que ejercen presencia en esas zonas, en donde desde el año 2016 han sembrado cerca de 80 mil frailejones, como forma de recuperar este ecosistema en los territorios donde nace el agua de los colombianos.

Igualmente, la Armada de Colombia contribuye a este objetivo a través de sus investigaciones científicas y tecnológicas con expediciones desarrolladas permanentemente en las aguas colombianas y del mundo. La protección de los recursos marinos renovables y no renovables, el combate al tráfico ilícito de especies, el control de la explotación irracional de recursos y la protección de diversas especies en peligro de extinción o sobre las cuales existen vedas, les ha permitido a los marinos la incautación de cerca de 30 toneladas de pesca ilegal, así como más de nueve mil metros cúbicos de madera y la incautación de más de 3 mil unidades de fauna silvestre.

Finalmente, en la protección de la biodiversidad, la Fuerza Aérea Colombiana en lo corrido de 2019 ha apoyado con aviones y helicópteros para el traslado de especies de flora y fauna, así como su participación en el programa de protección de especies endémicas de cada región del país, a través de “apadrinamiento” en las áreas de influencia de sus instalaciones.

Este nuevo rol de las Fuerzas Militares, además de ser parte de su compromiso por el bienestar de los colombianos visibiliza un impacto global desde la protección del agua, la biodiversidad y el medio ambiente, contribuyendo desde la preservación hasta la construcción de un mejor futuro para todos.

Tomado de: https://www.elespectador.com/noticias/actualidad/medio-ambiente-un-asun…

Autor
El Espectador.com

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