Panamá y Colombia cooperan para controlar espacio aéreo
En 2012 Colombia y Panamá firmaron un convenio binacional para desarrollar una estrategia conjunta de interdicción e interceptación destinada a impedir el uso de su espacio aéreo para el tráfico ilícito de armas y drogas. Eran momentos difíciles; desde el inicio de la década del 2000, las dos naciones afrontaban la arremetida de los grupos delincuenciales que transportaban toneladas de drogas ilícitas.
Solo en 2003, la Fuerza Aérea de Colombia (FAC) detectó 635 trazas ilegales en el espacio aéreo de los dos países. Hoy, cinco años después de la firma del convenio, ese número disminuyó en un 99 por ciento, una cifra contundente que refleja el resultado exitoso de la estrategia binacional. Esta permitió ratificar los mecanismos de transferencia de información dedicada a combatir a las organizaciones criminales, potenciar la inteligencia electrónica y fortalecer la legislación a partir de la cual es desarrollado el convenio.
Estrategias para combatir la delincuencia
Los resultados obedecen a las políticas adoptadas por los gobiernos de Colombia y Panamá, que permiten acciones articuladas muy fuertes en las operaciones de control. “Hemos logrado neutralizar las amenazas en el espacio aéreo hasta el punto de que la delincuencia ha tenido que modificar su modus operandi”, dijo a Diálogo el Coronel Iván Darío Bocanegra, director de Defensa Aérea de la FAC. “Ahora afrontamos otras modalidades de tráfico de drogas, pero por el espacio aéreo, el control casi es total. En lo que va de 2017, hemos identificado una sola traza ilegal en la frontera con ese país”, aseguró.
La estrategia es eficaz e involucra un monumental trabajo combinado entre varias agencias de Colombia y Panamá, y el decidido concurso del Gobierno de los Estados Unidos.
Con el objetivo de contrarrestar el tráfico de estupefacientes en sus fronteras, Colombia firmó convenios bilaterales con varios países. “Para hacer posibles las estrategias de colaboración fueron creados acuerdos de entendimiento conocidos como Procedimientos Operacionales Vigentes (POV), que nos permiten establecer mecanismos y protocolos para intercambiar información de manera rápida, oportuna y en tiempo real, y así controlar el paso ilegal de las aeronaves”, comentó el Cnel. Bocanegra.
Hoy Colombia tiene POV con nueve países, incluyendo Brasil y los Estados Unidos.
Comunicación, base de las estrategias binacionales
“El eje estructural de una estrategia de colaboración binacional para el control del espacio aéreo, es la comunicación. El éxito de una operación radica en la acción de transferir los blancos detectados y ser efectivos en la transferencia de esa información a las autoridades de los países que trabajan conjuntamente en la interdicción e interceptación aérea”, dijo el Cnel. Bocanegra. “Eso se logra con procedimientos de comunicación efectivos, apoyados en modernos equipos radiotelefónicos, con frecuencias establecidas y probadas y direccionamiento claro de los pasos a seguir”, apuntó.
A través del POV con Panamá, la FAC puede entregar a las autoridades de ese país información sobre trazas identificadas como ilegales por sus sistemas, y hacer un ejercicio de persecución hasta el punto donde las autoridades del Servicio Nacional Aeronaval de Panamá tomarán el mando de la operación e impedirán el avance del vuelo.
“La estrategia con Panamá nos permite desarrollar un trabajo muy efectivo al dar permiso para que nuestros aviones ingresen a su espacio aéreo para realizar una persecución en caliente, en un ejercicio combinado al que se suman las agencias de seguridad panameñas”, agregó el Cnel. Bocanegra.
El tráfico aéreo migró al terrestre y marítimo
Con la eficacia de los resultados obtenidos en la neutralización de trazas ilegales, la estrategia de control aéreo entre Colombia y Panamá ahora tiene un viraje. “Así como nosotros ajustamos los procedimientos operacionales, los grupos delincuenciales cambian su modus operandi” dijo a Diálogo el Teniente Coronel Andrés Niño, subdirector de Operaciones de Defensa Aérea de la FAC, al respecto de la nueva etapa a desarrollar a través del POV con Panamá. “Ahora afrontamos el aumento de embarcaciones rápidas que salen desde las costas colombianas, para hacer escala en poblaciones panameñas, a donde llegan con la misión de distribuir las drogas que transportan. Como ya no pueden por aire, ahora lo intentan por mar y tierra a través de una gran cantidad de rutas pequeñas y variadas”.
Controlar el incremento de embarcaciones ilegales no es competencia de la FAC, sino de la Armada Nacional, pero con la experiencia obtenida, los equipos adecuados y la colaboración de los Estados Unidos, el concurso de la FAC en las operaciones de la Armada es de indispensable utilidad. Por esa razón las dos fuerzas firmaron un convenio conocido como “Apoyo a la supresión de tráfico ilícito por vía marítima”, el cual se suma a la estrategia conjunta con Panamá para la detección de embarcaciones que salen desde las costas colombianas. Ahí surge la necesidad de realizar nuevos protocolos de control y vigilancia.
PANCOL II, para actualizar procedimientos
Con miras a combatir las nuevas modalidades empleadas por el crimen organizado en la frontera con Panamá, entre el 17 y el 21 de abril se realizará PANCOL-II, un ejercicio binacional de interdicción aérea, orientado a afinar los procedimientos de control que garanticen la transferencia de información para lograr la interdicción de los blancos tanto por vía aérea como marítima. La sede será en Rionegro, Antioquia, departamento localizado al noroeste colombiano.
“Un ejercicio de estas características es muy importante porque se practican las acciones llevadas a cabo en las operaciones reales para probar la eficacia de los canales de comunicación con las autoridades panameñas”, comentó el Cnel. Bocanegra.
En PANCOL-II intervendrán cerca de 100 personas, no solo en las bases donde se realizan los ejercicios, sino en las bases de operación en tierra.
“Es una interacción de defensa aérea tanto de Colombia como de Panamá”, informó el Cnel. Niño. “Quedarán establecidos todos los detalles de las frecuencias de trabajo, la altura de vuelo de las aeronaves, el procedimiento para lograr la entrega del blanco, etc.”, remarcó.
Unir los países de la región, el futuro
“Las autoridades panameñas tienen muy definida su voluntad política frente al trabajo conjunto con nosotros, conocen de las necesidades de operar de forma articulada; poseen muy buenos medios con una moderna flota helicoportada, sus procedimientos están muy bien establecidos”, aseguró el Cnel. Bocanegra.
“Estas estrategias no son esfuerzo de una sola nación, de un solo organismo; es un esfuerzo conjunto, combinado, interagencial, porque el narcotráfico es una amenaza transnacional. Nuestra visión para el futuro es lograr unir nuestros países, desde México hasta Chile, para establecer un mecanismo o un organismo que combata este flagelo de forma regional y definir un patrón común con un vínculo legislativo común entre las naciones para mayor eficacia en el control de las amenazas de los delitos trasnacionales”, concluyó.