Regreso de 148 animales a la libertad en la selva amazónica
Como pacientes de cuidado extremo y bajo atención de todo un equipo de especialistas fueron tratados durante un año estos 148 individuos.
Exámenes de sangre, de orina, desparasitación y vacunas hicieron parte de los últimos controles antes de ser ‘dados de alta’. Otra parte no menos complicada fue ‘desacostumbrarlos’ a sus cuidadores y que por el contrario le huyeron a los humanos.
Esle lunes, a las 4:00 a.m., comenzó la operación conjunta entre funcionarios de la Corporación Autónoma Regional del Valle (CVC), la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) y todo un equipo de logística y transporte para el regreso a la libertad, a su hábitat, de 148 ejemplares entre ellos loros, guacamayos, tigrillos, boas, tortugas y primates.
“Son 148 animales entre primates, felinos, aves, reptiles y otras especies, recuperados por las autoridades ambientales, incautados o entregados por las familias, y que tras un año de cuidado son liberados en su hábitat natural, que en esta ocasión corresponde a la cuenca del Amazonas”, dice Tatiana Restrepo Agudelo, médica veterinaria y directora del Centro de atención y valoración de fauna (Cav) de la CVC.
La travesía de los animales empezó en las montañas del Potrerito, corregimiento de Palmira, donde opera el Cav, hasta las instalaciones de la Escuela Militar de Aviación (Emavi) en Cali para su traslado a Caquetá, donde seguiría un recorrido de más de seis horas por lancha hasta los sitios donde serían liberadas.
El coronel Sergio Hernando Suárez Vargas, comandante del Comando Aéreo de Combate 7, de la FAC en Cali, expresó que se dispuso de un avión Caza de transporte para el traslado de los animales hasta Florencia.
Ahí eran esperados por personal de Corpoamazonía para su evaluación y posterior traslado por ríos hasta apartados puntos donde serían liberados.
La veterinaria explicó que algunas especies que actúan en manada o grupos, como los primates, pasan un proceso de socialización para que se ayuden, y otros como las boas actúan solitariamente. Para todos, la liberación es como volver a nacer.
No tenerlos en casa
El biólogo Pedro Nel Montoya, biólogo de la CVC, expresa que en el Cav de Palmira quedan cerca de 400 ejemplares decomisados en retenes, hallados o entregados. En el Cav algunos debieron aprender de nuevo a volar o cazar y todos a huírle a las personas. “La comunidad debe entender que serpientes, guacamayos, tortugas, no son mascotas. Tienen alimentación muy especial, condiciones específicas. Su tenencia puede ser un riesgo, muchas veces el animal muere y viene el llanto del niño”, señala. Advierte que la venta y compra de fauna silvestre se penaliza con cárcel.
CALI