Rescatar perros, la segunda vocación de una oficial de su Fuerza Aérea Colombiana

Desde muy joven Natalia López encontró el amor por los animales cuando conoció a ‘Bambi’, una cachorrita que adoptaron en su casa cuando ella tenía 15 años, después de haberla encontrado amarrada en un semáforo de una esquina bogotana, donde una vendedora ambulante aseguró que sus dueños la habían abandonado porque se iban de viaje. Por esto Natalia junto a su familia ‘animalista’, como ella la describe, decidieron adoptarla en su hogar, que por primera vez acogía una mascota, quien poco a poco se convirtió en la inspiración de esta Oficial de la Fuerza Aérea Colombiana.

Durante sus años como bachiller, tomó la decisión de ayudar los perros y gatos abandonados, una labor que su tía le había fomentado desde muy pequeña, tomando como medida principal la de ahorrar su mesada diaria que era de $ 2.000, llevándose alimentos de su casa para la hora del descanso y ahorrando lo que más pudiera para pagar el veterinario de animales que encontraba abandonados, especialmente aquellos que evidenciaban tener signos de maltrato, problemas de salud en la piel o en sus extremidades.

Al llegar los años universitarios Natalia, seguía sin contar con muchos recursos para poder apoyar los animales abandonados, por lo cual busco diferentes fundaciones u hogares de paso, que rescataran a los animales para convertirse en voluntaria permanente de algunos, donde realizaba tareas como lavar los espacios donde de manera transitoria se quedaban o incluso bañándolos para que la gente que acude a estos lugares pudiese ver la verdadera belleza que tienen estos amigos de cuatro patas.

Entre sus anécdotas recuerda haber encontrado en cercanías al Museo de los Niños en Bogotá, un pitbull desorientado en medio de la calle, el cual recogió y al llegar a una de las fundaciones en las que era voluntaria, coincidió con un programa de televisión del canal RCN, que se encontraba exaltando la importancia que tenía rescatar, esterilizar y adoptar estos animales, razón por la cual la entrevistaron, debido a su valiente acto, salvando al animal, el cual después de publicarse en diferentes sitios, encontró nuevamente a su dueño.

Al ingresar a la Fuerza Aérea Colombiana Natalia ha tenido la oportunidad de generar espacios de sensibilización en los diferentes lugares en los que ha tenido que viajar en cumplimiento de sus labores operativas, espacios en los que siempre ha encontrado estos animalitos en precarias condiciones, por lo cual con los Soldados, Suboficiales y Oficiales ha tratado de generar una cultura de cuidado invitándolos a buscar en cercanías a las unidades militares fundaciones que les ayuden recuperando y esterilizando a estos animales, ya que esto evita que se sigan reproduciendo, un problemática en todo el país que afecta su calidad de vida y la salud pública de las comunidades, porque al no contar con un esquema de vacunas o la debida socialización, pueden incluso llegar a tornarse peligrosos para los más pequeños en las comunidades rurales del país.

Como Oficial de la Fuerza Aérea aporta dinero a estas fundaciones, e incluso continúa acumulando historias de perros como ‘Paco’, el cuál halló en Riohacha con una grave infección bajo su piel, llevándolo a Álvaro Miranda, una persona reconocida por los Wayúus de la zona quien ha desarrollado un plan de protección animal que él ha denominado el ‘Proyecto Tawala’, una forma de incentivar a los niños para que le den un buen trato a los animales, a través del cual los invita a: bañar, cuidar, alimentar o pasear un perro rescatado por este resguardo, recibiendo como recompensa un libro para colorear. Por esto Natalia acudió a él, quien la apoyó para rescatar, esterilizar y luego ella a través de sus redes sociales daría en adopción este hermoso ejemplar que ahora recibe todo el amor de una familia bogotana.
Natalia ha invitado en diferentes ocasiones a los integrantes del Comando Aéreo de Combate No.3 a adoptar un perro en alguna de las fundaciones de las que alguna vez hizo parte como voluntaria, buscando subsidios para estos amigos de 4 patas quienes recibirán con la mayor gratitud del mundo sus alimentos gracias a personas como ella, que se preocupan por su salud y bienestar, gestionando de forma comprometida y desinteresada estos apadrinamientos, procurando mejorar la calidad de vida de los cuadrúpedos que por años han acompañado a la humanidad con su leal amor.

Actualmente su Fuerza Aérea Colombiana busca integrarse a diferentes proyectos de protección animal, en el caso del Caribe lo ha realizado con procesos de adopción de cachorros abandonados, jornadas de esterilización de gatos callejeros, la protección de Iguanas y otro tipo de reptiles; procurando proteger la fauna que enriquece esta enorme región del país.