Técnico Jefe de Comando: Un ejemplo de pasión y amor por la Nación
“soy un apasionado de lo que hago, le he dedicado mucho a lo que me ha apasionado, la Fuerza Aérea Colombiana” dijo con orgullo Héctor Orlando Franco, uno de los suboficiales más antiguos de la Fuerza Aérea, quien actualmente se desempeña como Técnico Jefe de Comando y Asesor de Comando del Comando Aéreo de Transporte Militar- CATAM.
Con 29 años de servicio a la nación aún recuerda cuando desde muy temprana edad descubrió que su vocación era la vida militar.
“Desde niño llevo las botas puestas” reflexionó al recordar su infancia; puesto que a la edad de 14 años prefería pasar los fines de semana en el puesto militar del Ejército donde trabajaba su tío, quién para la época era cabo primero. No tuvo ningún problema al aprender el diario vivir del militar al que admiró desde el principio y por quien descubrió su profesión.
Entregado, abnegado y comprometido son las cualidades que lo definen y fueron esas mismas características lo que lo impulsaron a prestar su servicio militar luego de que se graduará del colegio en el Batallón de Policía Militar N° 5 “Mercedes Abrego” en Bucaramanga , aún en contra de la voluntad de sus padres.
Estando en el Batallón presenció diversas operaciones aéreas de la Fuerza Aérea lo que generaron en él una pasión que luego se arraigaría en su alma y corazón.
Al terminar su año de servicio militar, se licenció el 28 de diciembre de 1990 como subteniente de la reserva en el arma de infantería, un logro que aún lo llena de satisfacción. Pero con el año de triunfos vino un tiempo en el que su sueño de convertirse en militar se vio opacado por los deseos de su madre, quién al llegar a casa lo esperaba con los papeles para el ingreso a la universidad.
Entró a la Universidad Francisco de Paula Santander a estudiar obras civiles, pero en su mente ya estaba sembrada la semilla de su vocación. Al final de su primer semestre de educación superior escuchó por la radio que la Fuerza Aérea estaba convocando a hombres dispuestos a formarse como Suboficiales Técnicos y Tecnólogos en el ámbito aeronáutico en la Escuela de Suboficiales “CT. Andrés M. Díaz” en Madrid (Cundinamarca) y siguiendo una corazonada decidió inscribirse.
“Si yo paso téngalo por seguro que yo sigo, yo no me quedo atrás”, fueron las palabras que le dio a su tío cuando empezó el proceso y como un veredicto esas palabras sellaron su futuro. Así fue como el 13 de enero de 1992 entró a ESUFA en el curso regular N° 66 y durante su estadía en la misma demostró sus capacidades y compromiso en su proceso educativo y militar, tanto que su último año logro sobresalir de entre sus compañeros siendo nombrado Distinguido Mayor, el máximo grado entre los alumnos de la Escuela.
Se graduó el 16 de marzo de 1994 como Técnico Cuarto en la especialidad de mantenimiento y ese fue el inicio de lo que sería una carrera de reconocimientos, pero también de luchas y retos que afrontaría a lo largo de sus años de experiencia.
En el transcurso de su vida militar ha desempeñado todos los cargos de mantenimiento que un técnico debe ocupar en su proceso evolutivo, desde especialista, jefe de grupo, jefe de línea de vuelo e inspector, trabajos que lo catapultaron para conseguir el alto rango que desempeña.
Hoy, a sus 47 años, siendo hijo, hermano, esposo, padre y abuelo, no tiene pensado retirarse, pues su vida y su profesión están ligadas a una pasión que a pesar de los años no se ha apagado, sino que por el contrario ha servido para levantarse con entusiasmo cada mañana a desempeñar su importante labor.
“Esta posición de Jefe de Comando es como un docente, un guía, un líder, son muchas cosas conjugadas…Es un sueño, siempre me visualicé liderando, gestionando, formando gente, siendo ejemplo y sobre todo con moral.” Así es el Técnico Jefe de Comando Franco .
