“Un segundo de decisión, por una eternidad de gloria”
Gloria Patricia Martínez Rodríguez es Aerotécnico de la Fuerza Aérea Colombiana, hace parte del Cuerpo Administrativo y es Técnico Profesional en Sistemas y Telecomunicaciones. Con mucho esfuerzo y dedicación, a sus 26 años, es la primera mujer Paracaidista Militar de la Institución.
Después de cuatro semanas de entrenamiento en simulación de caídas, emergencias y manejo de paracaídas, destreza en puerta simulada y salto de una torre de 14 metros de altura, en compañía de 32 integrantes más, se graduó del Centro de Instrucción Militar, ubicado en el Comando Aéreo de Combate Nº 1, Puerto Salgar – Cundinamarca; donde el Comandante de la Unidad señor Brigadier General Guillermo León León le impuso las “Alas de Paracaidista”.
Con gran orgullo y emoción, la Aerotécnico Martínez hoy expresa lo es ser la primera paracaidista militar de la Fuerza Aérea: “Hoy me siento muy feliz ya que obtuve satisfactoriamente el distintivo que me marcará por siempre como “Dama de las Alas Doradas”, y que lo portaré con mucho orgullo mientras sea militar”. Así mismo manifestó: “aparte de sentir un honor inmenso, siento una gran responsabilidad, una obligación de motivar a las mujeres que próximamente serán parte de la prestigiosa especialidad de Seguridad y Defensa de Bases Aéreas, para que con arrojo y valentía continúen labrando el camino, y aumentando el número de mujeres paracaidistas en nuestra Fuerza”.
Del mismo modo, Gloria Patricia, señala, con orgullo y esfuerzo que después de tres semanas de entrenamiento aprendió las técnicas necesarias para salir de la aeronave, sortear las posibles emergencias y aterrizar satisfactoriamente. Igualmente, durante la finalización del curso, efectuó cinco saltos desde aeronave, en los cuales venció sus “propios miedos para tomar la determinación de saltar”, y donde aprendió de uno de los instructores la frase que recordará toda su vida: “Un segundo de decisión, por una eternidad de gloria”.
Por último, la Aerotécnico Martínez deja un mensaje de invitación a las mujeres paracaidistas: “el sueño de volar está siempre en las mentes de quienes hacemos parte de la Fuerza Aérea; las motivo para que luchen por ese sueño, que una vez iniciado el curso y por muy duro que les parezca, lo culminen. Se darán cuenta que al terminarlo, cualquier sacrificio es muy poco comparado con la gran satisfacción de estar suspendidas en el cielo. En realidad y como dijo uno de mis instructores: “el curso de paracaidismo es el mejor curso de combate que uno puede realizar en la vida militar”.