Una santandereana al mando de la línea de vuelo del Comando Aéreo de Transporte Militar
Las operaciones aéreas del Comando Aéreo de Transporte Militar, CATAM, de la Fuerza Aérea Colombiana, exigen altos estándares de calidad de su talento humano, amplias capacidades, entrenamiento y en especial, óptimas condiciones de mantenimiento de sus aeronaves, bajo los principios de confiabilidad y seguridad.
El éxito de estas operaciones aéreas depende en gran parte de la logística y trabajo coordinado del personal del Grupo Técnico, equipo al que pertenece la Subteniente Karla Villalba, quien está al mando de la línea de vuelo del CATAM desde hace 4 meses, adelantando en rampa todas las coordinaciones de mantenimiento necesarias para la oportuna operación de equipos como el Boeing 737, C-295, C-40, King-350, C-90, C-130; entre otros.
El trabajo diario de Villalba, de 22 años y oriunda de Ocamonte- Santander, es prestar el servicio de Oficial de Mantenimiento de lunes a viernes y gran parte de los fines de semana, verificando que cada una de las aeronaves programadas diariamente salgan a vuelo sin contratiempos y dar cumplimiento a los requerimientos de mantenimiento que estas requieran al regresar a tierra, con el fin de que estas se encuentren listas para su próxima misión.
Estar al mando de la línea de vuelo del CATAM, implica para la Subteniente Villalba una gran responsabilidad, que le exige disciplina y un aprendizaje rápido para poder llegar a estar al nivel de quienes ya tienen un conocimiento avanzado del mantenimiento de las aeronaves, de una de las bases más operativas de la Institución. Para ella, el apoyo de Oficiales y Técnicos Supervisores ha sido clave, ya que la hacen partícipe de la revisión minuciosa de las aeronaves para un alistamiento confiable e intercambian sus experiencias y conocimientos.
Desempañarse en un escenario integrado en su mayoría por hombres, no ha sido un impedimento para generar buenos resultados hasta el momento. Para Villalba la confianza depositada en ella, en su primer año como Oficial de la Fuerza Aérea Colombiana, para asumir el mando de la línea de vuelo del CATAM es un reto y un orgullo, trabajo al que le pone todo su empeño para ser la mejor, así como lo logró en su tiempo de Cadete en la Escuela Militar de Aviación “Marco Fidel Suárez” en donde su constancia y disciplina la llevó a ocupar el primer puesto de su curso.
