Paracaidismo militar en caída libre: ejerciendo soberanía desde las alturas
El equipo de Paracaidismo Militar de Caída Libre Águila de Gules de su Fuerza Aérea Colombiana está conformado por un grupo de hombres y mujeres de la especialidad de Seguridad y Defensa de Bases Aéreas, los cuales tienen la labor de apoyar las operaciones militares a través de Jornadas de Apoyo al Desarrollo, contribuyendo al cumplimiento de la misión constitucional; además, realizan maniobras de paracaidismo de demostración para ser referente regional y con proyección internacional.
Así mismo, cuenta con las capacidades para desarrollar diferentes maniobras, tales como; inserción de especialistas y caninos de búsqueda y rescate, demostración de salto con banderas, humo y seguimiento de cúpula. Es ahí, donde la construcción de los sueños de muchos jóvenes inicia con el sueño de proteger a Colombia y vivir la pasión de volar. Esta es la historia del Teniente, Nicolás Rojas Garzón, miembro del equipo de paracaidismo militar en caída libre Águila de Gules de su Fuerza Aérea Colombiana, quien desde muy pequeño tenía el anhelo de servir a Colombia y hacer parte de ese grupo de hombres, los cuales veía saltar desde las aeronaves de la FAC, y así hacer historia como miembro de las Fuerzas Militares.
En su paso por la Escuela Militar de Aviación EMAVI, pudo conocer de cerca el paracaidismo por medio del programa de ambientación al vuelo que tienen los cadetes a través de la Comisión de Paracaidismo Militar, cuyo aprendizaje fue guiado por instructores militares capacitados en esta área, donde le enseñaron la preparación logística para una operación de salto, medidas de seguridad, orientación de vientos y empaque de paracaídas de alto rendimiento; este último, lo aprobó luego de un riguroso entrenamiento para desarrollar esta actividad con los más altos estándares de seguridad.
Su primer salto lo realizó en el año 2014 siendo un cadete de tercer año, bajo la capacidad de inserción de especialistas con la cual cuenta su Fuerza Aérea Colombiana, cuyo instructor fue el Técnico Jefe, Jorge Herrera López, desde un helicóptero UH-60 Black Hawk sobre los cielos de la ciudad Santiago de Cali.
Una vez se graduó en la Escuela Militar de Aviación como Subteniente, fue destinado al Comando Aéreo de Combate No.2, ubicado en Apiay en el departamento del Meta, se desempeñó como integrante del Grupo de Seguridad y Defensa de Bases No.25, para apoyar las operaciones de Paracaidismo Militar en Caída Libre, por su desempeño fue enviado a la Escuela de Instrucción Aérea ESIMA, donde logró con éxito realizar el curso de Contraguerrilla y como premio al haber ocupado el primer lugar de dicho curso, le otorgaron la posibilidad de realizar el curso de Paracaidismo Militar en Caída Libre en CACOM 2 en el año 2016.
¿Cómo se describe la sensación y pasión por el vuelo?, en palabras del Teniente Rojas “el paracaidismo militar en caída libre cambió mi vida, convirtiéndose en mi principal pasión, en mi motivación diaria, en un amor inmedible por volar, el cual no tengo palabras que logren darle una explicación a ese sentimiento de libertad que se genera en ese instante en el que el corazón late más rápido, se siente el sudor frío, cuando el cuerpo se desprende de la superficie de la aeronave para darle vuelo al alma logrando así alcanzar la libertad y el placer de volar (…) Es allí, donde volar permite llegar a todos los rincones de Colombia, en los lugares más apartados y de difícil acceso siempre estaremos presentes”.
La pasión por el vuelo y saltar desde los cielos, es un sueño constante en la mente de muchos jóvenes en Colombia, ¿cómo lograrlo?, “con perseverancia, disciplina, entrega, vocación de servicio, haciendo a un lado los miedos y nunca dejar los sueños atrás”. ¿Cuál ha sido su experiencia más extraordinaria en este equipo?, “volar en la Escuela Militar de Aviación durante las operaciones de salto, en apoyo al programa de ambientación al vuelo, pude ver materializado el esfuerzo adquirido durante los últimos años de mi vida, donde el sentimiento de volar cada día se hace más fuerte y se reafirma el deseo de seguir capacitándome para en un futuro poder orientar y promover el amor al paracaidismo a los futuros Oficiales y Suboficiales de nuestra Institución como un día lo hicieron conmigo” y en referencia en ejercicios de salto a futuro, “tener la experiencia de realizar el salto de soberanía en la Isla de San Andrés, para demostrar las capacidades de nuestra Institución (…) engalanar los cielos del departamento insular con las modalidades de demostración con humo y de banderas”.
Dichos integrantes del equipo de paracaidismo cuentan con más de 500 saltos en caída libre, saltando a más de 10.000 pies de altura desde aviones como el C295, C130 “Hércules”, entre otras aeronaves. Igualmente, continúan con el esfuerzo operacional de realizar la instrucción y entrenamiento básico para las Fuerzas Militares y la Policía Nacional.
De esta manera, los hombres y mujeres del aire que desde las alturas se convierten en águilas y demuestran con gran ímpetu su profesionalismo, promueven e inspiran para que otros sigan esa misma pasión por volar y por proteger el territorio colombiano.