Volar en el Caribe, un honor para los pilotos de Fuerza Aérea Colombia
El Caribe colombiano es una de las regiones del país más visitadas por los colombianos y los extranjeros, debido a sus colores, su gastronomía, su cultura y sus hermosos arreboles, los cuales han inspirado a sus embajadores tales como Shakira, Gabriel García Márquez, Sofía Vergara, Carlos Vives y muchos más que han exaltado lo mejor de ella impregnando al mundo entero de esa magia que reposa en las playas de Bocagrande, Coveñas, El Rodadero, Palomino y el Cabo de la Vela.
Es esta misma pasión por el Caribe la que mueve el corazón de los hombres y mujeres quienes se levantan a diario con el deseo de proteger el espacio aéreo colombiano, teniendo presente que la jurisdicción del Comando Aéreo de Combate No. 3 resguarda los cielos de los lugares que atesoran cientos de años de historia nacional, sintiendo a sus departamentos como los territorios que los comprometen férreamente para lograr los fines del estado, desarrollando operaciones aéreas que no sólo aportan a la estabilidad y la seguridad nacional, sino que les permite tener vistas impresionantes del hermoso paisaje que rodea estos míticos lugares de la geografía colombiana.
Uno de los lugares referentes no sólo para el turismo, sino para la aviación en general es la Sierra Nevada de Santa Marta una cadena montañosa que alcanza más de 5.000 metros sobre el nivel del mar, cuyo pico más alto despierta la admiración de tripulantes y pasajeros a bordo de cualquier aeronave, ya que por su altura y dependiendo de las condiciones de nubosidad puede ser admirada por las personas que vienen desde el sur del país o del continente a visitar el departamento del Magdalena o La Guajira. Esta cadena montañosa la cual hace parte de los sitios turísticos del Caribe, pero también es uno de los puntos de referencia de los pilotos cuando se dirigen hacia el norte del país, ya que les da la bienvenida a los pilotos a los departamentos de Magdalena y La Guajira.
Para las tripulaciones del Grupo de Combate No. 31 volar en el Caribe tiene un sinfín de regalos paisajísticos entre los cuales también están las playas de La Guajira, Magdalena, Bolívar y Sucre donde los miles de kilómetros de costa, poseen un color pálido, propio de la arena, que son resaltados con los intensos azules del Mar Caribe, el cual se caracteriza por inmensidad e inigualable belleza. El mar es custodiado de manera conjunta con la Armada de Colombia, con quienes se realizan operaciones contra el narcotráfico o de tipo humanitario cuando se reportan náufragos en estas zonas en las que el mar tiene una marea más alta, apoyando su búsqueda con equipos especiales a bordo de las plataformas de vigilancia de la Fuerza Aérea Colombiana, apoyando constantemente la misión principal de la Armada, proteger el azul de la bandera.
La Región Caribe tiene la fortuna de contar no solo con el hermoso e inmenso Mar Caribe sino también con el Río Magdalena, una fuente hídrica que alberga una gran cantidad de especies de fauna y flora, las cuales a lo largo de la historia han venido tomando importancia para las administraciones departamentales las cuales actualmente las han puesto entre sus prioridades, construyendo espacios amigables con el medio ambiente que preserven su riqueza natural. Parte de este tesoro es el Parque Natural Isla Salamanca un paisaje que embellece la vista del Río Magdalena que se divisa desde Barranquilla, pero que se ha visto afectada constantemente por incendios en los que los helicópteros han cumplido importantes misiones con más de 10 horas voladas para mitigar este tipo de emergencias, mancomunadamente con los Bomberos, la Policía Nacional e incluso los encargados de esta reserva.
La riqueza en medio del desierto también es protegida, ya que, en el caso particular de La Guajira, que es el mayor productor de carbón del país, es custodiado por Aeronaves Remotamente Tripuladas que constantemente vigilan el espacio aéreo, así como la infraestructura crítica: el ferrocarril, las vías, las zonas rurales y los puertos marítimos garantizando su normal funcionamiento en una región que se caracteriza por su color árido, el cual la convierte en el desierto más grande del país, bajo la custodia de las alas de su Fuerza Aérea.
Estos son los algunos de lugares que se han convertido en la razón principal del cariño que le tienen las tripulaciones al Caribe colombiano, es un honor para los integrantes de su Fuerza Aérea Colombiana poder volar, entrenar y combatir para vencer en una zona llena de ‘colombianidad’, que atesora el realismo mágico en el que la piragua de Guillermo Trujillo que navegaba en el Cesar, capoteando el vendaval que llegaba desde la misma guacherna, una noche de brisa con derroche de sones cumbiamberos, que pinta de colores el cielo haciéndole sentir a los pilotos que la custodian que por herencia ellos son de las bellas playas caribes de su país, son barranquilleros, cartageneros, de Santa Marta o monterianos, pero que al final todos serán colombianos trabajando por defender la soberanía del espacio aéreo colombiano.
Autor
Comunicaciones Estratégicas CACOM 3