Dos hermanas cumpliendo el sueño de ser Controladoras de Tránsito Aéreo en la Fuerza Aérea

Las madres juegan un papel fundamental en la vida de los hijos, son guías de amor y respeto, se ocupan de la crianza y conservación de la casa aportándole bienestar a sus seres queridos, teniendo unas características propias que complementan con el lenguaje hasta los valores que se inculcan desde casa; es así como contribuyen a construir identidad, siendo ejemplares para su futuro.

“Mi madre, María Palacios Suárez, ha sido nuestro motor y la persona que más nos ha apoyado en esta elección de vida de pertenecer a la Fuerza Aérea Colombiana, crecí en un entorno militar y es algo que me apasiona, fue mi proyecto de vida”, menciona la Aerotécnico Roxana Marulanda Suboficial del curso Nº 92 de su Fuerza Aérea Colombiana.

Para el 10 de enero de 2018, Roxana y Darlyn, su hermana menor con quien comparte el mismo gusto por las Fuerzas Militares, ingresan a la Escuela de Suboficiales "CT. Andrés María Díaz D." en Madrid – Cundinamarca, juntas han compartido el mismo sueño e incluso pertenecen a la misma especialidad, Comunicaciones Aeronáuticas, menciona que la Escuela les brindó oportunidades valiosas, como viajar juntas a la Academia Interamericana de las Fuerzas Aéreas IAAFA, muestra de ello es su disciplina, carácter y pasión por lo que hacen.

Una vez finalizan su ciclo en Madrid, las dos jóvenes inician una nueva etapa en sus vidas, pero lo tendrían que enfrentar por separado pues, Roxana ingresaría al Grupo Aéreo del Oriente en Marandúa, Vichada y su hermana al Comando Aéreo de Combate Nº4 en Melgar, tomando dos rumbos diferentes pero teniendo la convicción que la labor que están desempeñando les apasiona y su apoyo entre hermanas no los separarían los kilómetros a los que están en la actualidad.

“Mi experiencia ha sido increíble, en el poco tiempo que llevo en la Institución he aprendido de mis superiores, pilotos y compañeros grandes experiencias que me servirán en un futuro, pues el Grupo Aéreo del Oriente es una Base Aérea en la que me ha dejado desempeñarme en lo que me apasiona y continuaré estudiando para lograr mis objetivos” añade Roxana, quien emocionada de cumplir uno de tantos sueños ya ha sido habilitada en las tres posiciones de control de tránsito aéreo.

Su deseo es continuar capacitándose para complementar su carrera y forjar más oportunidades profesionales en la Institución; por ahora, ha cumplido con iniciar por la OIA, Información Meteorológica y Aeronáutica, después de un tiempo de experiencia pasan a la segunda autonomía que es superficie, posterior a control aeródromo, en seguida a control aproximación y por último a supervisor de tránsito aéreo.

Para ser controlador de tránsito aéreo se requieren diferentes habilidades y cualidades que no todos tienen; la preparación, entrenamiento y capacitación hacen parte indiscutible de aquellos hombres y mujeres que se dedican a dirigir de forma fluida, segura, ordenada y rápida el tránsito de aeronaves en el espacio aéreo, logrando instruir de modo claro y preciso a los pilotos, es una labor de entrega, sacrificio, pero sobretodo de responsabilidad.

La pericia con que cuentan los integrantes de esta especialidad es fundamental para el desarrollo de las operaciones aéreas, la experiencia que van teniendo conforme pasan los días y los años; sin duda, es una labor con vocación de servicio estar dispuestos a asumir responsabilidades de peligro o situaciones de emergencia son sinónimo de estar para servir a la comunidad, es una pasión que comparte con su hermana en las filas de la Fuerza Aérea Colombiana, afirmó la Suboficial.