Licenciatura en Educación Física, una carrera con proyección en su Fuerza Aérea

El Teniente Vásquez, licenciado en educación física, deportes y recreación, a sus 29 años de edad ha tenido la oportunidad de ser rector en dos sedes de la Institución Educativa Gimnasio Militar de la Fuerza Aérea Colombiana en las sedes de Apiay, Meta y Tres Esquinas, Caquetá; un cargo trascendental para su carrera y que ha dejado importantes logros tanto para los estudiantes y docentes que orgullosamente dirige como para la institución aérea.

El oficial es oriundo de Fusagasugá, Cundinamarca, realizó su pregrado en Ibagué y desarrolló una pasantía internacional donde obtuvo la calificación más alta que lo llevó a celebrar un grado de honor. El 26 de julio del 2016 decidió iniciar el proceso de incorporación para Oficiales del Cuerpo Administrativo del Curso No. 39 que se encuentran adscrito al curso 89, y tras cumplir con todas las etapas del proceso de selección, inició con gran expectativa su formación militar en la Escuela Militar de Aviación, en la ciudad de Cali.

Su gestión como rector del GIMFA con sede en Apiay, ha traído grandes reconocimientos a nivel departamental y municipal, uno de ellos se dio a conocer a principios de este año cuando el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (ICFES) dio a conocer los resultados de las Pruebas Saber 11° 2020, donde se reflejó no sólo la posición número uno del colegio a nivel departamental sino también el número 47 en el ranking a nivel nacional en la categoría de colegios oficiales.

La segunda exaltación vino después por parte de la mesa directiva del consejo municipal de Villavicencio que le otorgó en ceremonia especial con miembros del sector educativo y cultural, la orden al mérito de Villavicencio por fomentar programas y actividades para la comunidad académica que lidera, contribuyendo así al desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes de la ciudad.

Al preguntarle al oficial sobre estos logros y las experiencias adquiridas dentro de la institución, ratifica su dedición de haberse incorporando, señalando que, “si pudiera devolver el tiempo, volvería a tomar la misa decisión”.

¿Cómo llegó la Fuerza Aérea a su vida?

La Fuerza Aérea llegó a mí un día que me encontraba revisando redes sociales y me salió una convocatoria ajustada a mi perfil profesional, quedé gratamente sorprendido y me interesé en ella porque no sabía que convocaban a profesionales y menos de mi carrera. Esta coincidencia, movió mis fibras ya que desde niño me gustaban los aviones; en alguna ocasión intenté ingresar a la Policía porque un primo muy cercano ingresó a esta institución, pero financieramente las cosas no se me dieron así que trabajé y después de un tiempo, nuevamente me despertaron el interés en pertenecer a la Fuerza Pública por una conversación con un amigo de un tío que manifestó que estaban abiertas las convocatorias, allí fue que se me cruzó este anuncio en redes que fue el definitivo para tomar impulso e iniciar con el proceso.

¿y cómo fue su proceso de incorporación?

Fue un proceso bastante arduo, saqué el puntaje más alto en el examen de conocimientos, sin embargo, casi desistí porque pensé que por la parte psico-física no sería apto ya que me mandaron cerca de ocho correcciones médicas, pero algo dentro de mí mantenía viva la esperanza, así que continué con todas las etapas del proceso, mientras tanto como ya habían transcurrido cerca de tres meses, me presenté a una convocatoria de la ONU para realizar maestrías o doctorados en Brasil y pasé, los resultados salieron a mi favor con un buen puntaje, digamos que allí se abrió un camino alterno a la vida militar, pero yo seguía esperando respuesta de la Fuerza Aérea porque siempre fue mi primera y más anhelada opción. Un mes después me llegó la buena noticia que fui aceptado para ser parte del curso de Oficiales del Cuerpo Administrativo No 39, entonces renuncié a la beca e inicié este proyecto de vida.

¿Cómo considera que ha aportado su paso por la institución en su crecimiento personal y profesional?

Hablando en términos generales, para los pregrados en licenciaturas y otras áreas afines, el cargo de rector a nivel profesional es muy bueno, no todos tienen el privilegio de que, a sus 26 años, como me sucedió a mí en su momento, puedan ostentar este rol que alimenta de manera trascendental la hoja de vida de la persona. Por otro lado, a nivel personal, es un cargo que genera crecimiento, ya que es exigente, riguroso y obliga a quien lo tiene, a mantener una constante comunicación entre entidades públicas, privadas y un manejo asertivo de su planta docente para garantizar la excelencia académica en todas sus dimensiones del ser, saber y hacer del estudiante en formación.

Dentro de las gestiones realizadas, ¿cuáles son las que más destaca?

En los dos años que dirigí el GIMFA de tres esquinas, logramos consolidar a la institución como una de las mejores en los grados de tercero, quinto y noveno, además realizamos importantes adecuaciones de la infraestructura del colegio y se logró conseguir recursos para un polideportivo que ejecutarían en el 2019.

Después, a mi llegada al GIMFA de Apiay, en el año 2019 se logró finiquitar un proyecto que venía desde el 2015 que consistía en la construcción de un laboratorio, ese año orientamos esfuerzos para que quede listo. A inicios del 2020, la secretara de educación reconoció los niveles alcanzados en las pruebas ICFES y nos dio la orden al mérito de Villavicencio; en este mismo año, con el inicio de la pandemia, se trabajó de manera articulada con toda la planta docente para enfrentar las situaciones adversidades que generaba el COVID para impartir los conocimientos a los alumnos a través de las clases virtuales, así que al transcurrir el año lectivo, se afianzó el modelo virtual con la adquisición de un dominio que daba acceso a las herramientas de google. Finalmente, en este año se ha tenido grandes victorias no sólo con el primer puesto de las pruebas saber a nivel departamental sino en el área de infraestructura, debido a que parte del recurso que el Ministerio de Educación Nacional destinó al FOME (Fondo de Mejoramiento Educativo), fueron dados al colegio para la construcción de área de aseo que cumplieran la normativa establecida para prevenir contagios, y es precisamente esta última labor la que permitió que nuestra institución recibiera el aval para iniciar con las clases presenciales de manera segura.