El gobernador Ricardo Alvarado Bestene, en conjunto con el Ejército Nacional y la Fuerza Aérea Colombiana, lograron dar respuesta de manera inmediata a la necesidad de los más de 40 pacientes con procedimientos de diálisis, quienes por cuenta del llamado paro armado de la guerrilla del ELN no habían podido ser atendidos en sus tratamientos médicos.