Una vida a base de sueños, esfuerzo y decisión
La vida de cada persona está hecha a base de sueños y expectativas, cada uno nace y crece sosteniendo en su mente una meta importante que encamina el futuro que cada persona desea seguir.
Ese es el caso de la Aerotécnico Camila Daza Corredor, integrante del curso 92 de Suboficiales de su Fuerza Aérea Colombiana, quien se desempeña en la especialidad de Abastecimientos Aeronáuticos en el Comando Aéreo de Transporte Militar CATAM manejando el combustible de aviación y prestando servicio como tanqueadora de las aeronaves livianas, medianas y pesadas de la base, una labor asociada a los hombres debido a lo complejo de la tarea.
“Mi trabajo es un poco complejo debido a que soy la responsable de mantener todas las aeronaves listas para cumplir misiones” dice la Aerotécnico Daza.
Empezar este trabajo fue complicado para ella debido a que su contextura delgada hacía que dudaran de sus capacidades a la hora de levantar una manguera desde los camiones de combustible hasta las aeronaves, pero conforme paso el tiempo fue capaz de demostrar su destreza y compromiso con su pasión: “servirle a mi nación”
“Mi papá me inculco el amor por la vida militar, pero además me enseño que cualquier cosa que empiece debo hacerla excelente, siendo la mejor. Por esta razón cuando llegué a CATAM me propuse ser reconocida por hacer las cosas de la mejor manera” expresa la Aerotécnico.
Con ese mismo deseo, Camila se convirtió en la primera tanqueadora mujer que ha pasado por el Comando Aéreo de Transporte Militar CATAM. Es capaz de manejar camiones de combustibles de 6.500 galones, levantar en sus hombros la manguera y conectarla a los hidrantes las aeronaves como el Boeing 767 “Júpiter”, aeronave que por sus dimensiones se convierte en un reto para la Aerotécnico.
“Siempre quise hacer parte de esto, de esta gran familia Azul y me siento bendecida de poder estar logrando mi sueño, sirviendo a algo más grande: Colombia” afirma Daza
Esta joven entregada cuenta con un sueño más grande, el de convertirse en tripulante del C-130 Hércules, una de las aeronaves más importante de la Fuerza Aérea, sabe que a pesar de estar empezando su carrera en la vida militar seguirá demostrando que no hay nada imposible para quienes creen en sí mismos.
Razón por la cual todos los días se levanta motivada pues tiene su mirada fija en el futuro, en lo que quiere hacer de él sin importar las dificultades que se puedan presentar en el camino porque su esfuerzo y decisión siempre estarán ahí para guiarla.
“Desde la escuela me he caracterizado por hacer las cosas con pasión y entrega, soy responsable y tengo mis metas claras, siempre he dicho que se deben aprovechar todas las oportunidades que la vida te da y eso es lo que estoy haciendo” dice con fervor.
Jóvenes como Camila son una nueva generación entregados a un mismo llamado: “poner todo de sí para llenar de orgullo a una nación, la nación a la que le sirve con entrega”
¡Así se va a las estrellas!