Porque el mantenimiento de aeronaves, ¡no es solo para hombres!
El rol de la mujer en las fuerzas militares implica mucho más que responsabilidad y dedicación, también se debe tener la vocación y el temple para obtener buenos resultados y, de esta manera, conseguir igualdad y respeto dentro de las instituciones; esto les ha permitido demostrar habilidades y destrezas en diferentes campos militares, siendo actores fundamentales en las diferentes operaciones, las cuales tienen como fin, mantener el bienestar del pueblo colombiano, siempre buscando la equidad y siendo partícipes y poseedoras de altos mandos dentro de las fuerzas.
Es así que, dentro de su Fuerza Aérea Colombiana, se encuentran mujeres capacitadas y con gran vocación de servicio, la técnico cuarto Yurani Quintero, quien demuestra su profesionalismo y preparación para ser un punto clave en las operaciones aéreas en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
A través de sus ojos, se ve la pasión que siente hacia su carrera militar y, sobre todo, hacia las aves de acero que, por mucho tiempo, ha llevado a Yurani, una joven caleña, a construir nuevos peldaños dentro de la institución, y quien desde muy pequeña se puso las botas para servir al país. Siendo solo una niña, su familia le inculcó el amor que debe tener hacia su nación, pues la mayoría de sus integrantes, son militares. Yurani es una mujer que, sin pelos en la lengua, se para en la rampa y demuestra a todos que: el mantenimiento de aeronaves, ¡no es solo para hombres!
Cada día, Yurani cumple una de las labores más importantes para que una aeronave salga a vuelo, el mantenimiento, y como ella dice: “es un trabajo que se cumple antes, durante y después del despegue”, porque desde el momento en que ella acaricia cada parte de la aeronave, siente la responsabilidad de que, en cada etapa de vuelo, ella contribuyó a que saliera de la mejor manera; es así, que cada amanecer despierta con el orgullo de portar el uniforme que representa responsabilidad y compromiso personal, con su familia y, ante todo, con el pueblo colombiano.
Ser una mujer comprometida ha sido un punto clave para cambiar el chip de que “La vida militar, es para hombres”, desde el concepto de Yurani, la mujer se debe defender y, sobre todo, resaltar en todas las responsabilidades y trabajo para el cumplimiento de la misión de su Fuerza Aérea Colombiana, contribuyendo con el fortalecimiento de cada una de las dependencias que conforman la institución, porque cada mujer es diferente y el rol que cada una cumple, también lo es.
Es de llamar “heroínas” a cada mujer que permite que las Fuerzas Militares avancen en protección de la soberanía nacional, siendo compañeristas y trabajando de la mano con el personal que la rodea, es así como sus compañeros describen a Yurani, quien ha demostrado un desempeño acorde de las necesidades y la misión de su Fuerza Aérea Colombiana, compromiso institucional y aptitud para llevar a cabo las funciones asignadas, haciendo todo de manera satisfactoria.
Cabe resaltar que, en el GACAR, quienes trabajan con ella y la conocen, se sienten orgullosos por su personalidad y compromiso, los cuales la han llevado a proyectarse como la primera mujer de mantenimiento y equipo de vuelo de la aeronave Caravan C208-B de su Fuerza Aérea Colombiana, y es un honor que pertenezca a este departamento de la unidad aérea.
A lo largo de 5 años, los cuales lleva sirviendo a la institución en el mantenimiento, ella ha realizado un trabajo admirable, pues hizo parte de los grupos de trabajo de la línea de esta especialidad de la base aérea de Bogotá, fue la responsable de aportar su conocimiento a la solución de fallas de la aeronave de transporte, con el fin de que estuvieran siempre listas para dar cumplimiento a las operaciones aéreas y siempre se mantuvo segura de que su trabajo lo hizo, lo hace y lo hará con pasión y certeza.
Es así, como una mujer militar se representa en palabras como vocación, responsabilidad, dedicación y hasta compromiso, siendo íntegro dentro de las instituciones; cada una se forma para contribuir y poner un granito de arena construyendo bienestar para los colombianos; las capacidades que tienen, fortalecen el cumplimiento que cualquier función dentro de las fuerzas militares implica, y Yurani, quien ha dedicado su vida para servir y seguir contribuyendo con su Fuerza Aérea Colombiana, ha sido el perfecto ejemplo de que las mujeres militares también son garantes de protección y seguridad para conseguir la soberanía y velar por la protección del territorio nacional.
Finalmente, recalca que cada mujer que decida ingresar a su Fuerza Aérea Colombiana, debe sentirse segura de lo que es y de sus conocimientos, que aprenderán a defenderse y saber ponerse en su lugar cada momento; el camino es bastante largo, por lo que los objetivos que cada una tiene en mente, no se deben olvidar y, así, se deben consolidar las bases para proyectarse y seguir proyectando la influencia de la mujer dentro de la institución.
#MujerVictoriosa