Al niño Cristo José lo encontraron llorando junto a un árbol, solo, en un paraje veredal. Hasta él llegó una patrulla de 16 soldados dirigida por un teniente que le fue cerrando por tierra el cerco a los captores del pequeño de cinco años, raptado el pasado miércoles cuando se lo arrebataron a un amigo de su padre Edwin Contreras, quien lo llevaba a la escuela, según relató a EL COLOMBIANO su tío Yesid Contreras.