Volar a 5.600 kilómetros de distancia desde Bogotá para participar en un ejercicio internacional al cual asisten las mejores Fuerzas Aérea del mundo, no solo es un desafío para los pilotos de la Fuerza Aérea Colombiana, también tiene un alto componente logístico que permite que la aeronave y su tripulación, puedan cumplir las misiones asignadas con autonomía y seguridad.