Durante la Segunda Guerra Mundial, Inglaterra fue la primera Nación en implementar un sistema de Defensa Aérea, el cual nació de la necesidad de disminuir el impacto de los ataques aéreos realizados por la Fuerza Aérea Alemana – Luftwaffe, la superioridad aérea de esta última Nación le permitió desarrollar una estrategia para arrasar el suelo Británico, como respuesta su contra parte desarrolló un sistema básico de Defensa Aérea que hasta nuestra época tiene más o menos la misma estructura (Comando y Control, Sistemas de armas, Sistemas de Alerta Temprana y Sistemas de Comunicaciones) y la misma fundamentación doctrinaria.