Las habilidades de un militar en una batalla contra el cáncer
Los militares tienen diversas ocupaciones, entrenan a diario para aumentar sus capacidades de combate y así poder acudir al campo de batalla en el momento que se requiera, siempre buscan mantener la paz en los momentos difíciles y se aseguran de que la ayuda llegue donde se necesite. Cada una de estas premisas fueron aplicadas por el Técnico Tercero Daniel Oswaldo Limas Cañón, Suboficial de la Fuerza Aérea Colombiana, en el momento que inició su batalla contra la leucemia, el enemigo invisible de una de sus hijas en Cali, Valle del Cauca.
En 2009 Limas ingresó a la Escuela de Suboficiales “CT. Andrés M. Díaz” y luego de obtener su graduación y primer ascenso al grado de Aerotécnico, llegó destinado a prestar sus servicios a la Escuela Militar de Aviación “Marco Fidel Suárez” en Cali e inició sus labores como especialista en estructuras, láminas y materiales compuestos en el Grupo Técnico de esa unidad; para luego convertirse, en 2012, en tripulante del helicóptero UH-60 Black Hawk, aeronave que realiza importantes operaciones humanitarias y de orden público en el suroccidente de Colombia.
Oriundo de Palmira, Valle del Cauca, Limas se enamoró de una joven de este municipio, unión que trajo al mundo a sus hijas Valentina y Mariana, conformando una familia que llena de alegría cada uno de sus días, sentimiento que se une a la satisfacción de trabajar por el desarrollo de la región que lo vio nacer.
En la cotidianidad de esos días, el 22 de agosto de 2019 exactamente, recibió junto a su esposa el diagnóstico de leucemia linfoblástica aguda tipo B de su hija Mariana, uno de los varios tipos de cáncer en la sangre, enfermedad que enfrentaría a la pequeña de 2 años de edad a diferentes complicaciones de salud, lo que implicó para Limas conocer y emprender un nuevo tipo de batalla en la que también aplicaría su doctrina militar:
Pero esa determinación y paciencia para enfrentar esta batalla junto a su esposa e hijas, también fue notada por sus superiores y compañeros de trabajo, así lo relató la Capitán Marcela Gómez, Oficial integrante del Grupo Técnico de la Escuela Militar de Aviación- EMAVI.
Es un Suboficial muy profesional, que siguió los pasos de su padre quien también trabajó en el Grupo Técnico de EMAVI, como especialista de estructuras y láminas. Limas, es tripulante del UH-60, equipo que requiere de mucho compromiso, disponibilidad y amor institucional, en el cual se ha destacado por su trabajo.
Es una persona de admirar, no es fácil la situación que enfrenta pero lo ha hecho de la mejor manera, con la fortaleza que caracteriza a un militar” manifestó la Capitán Gómez.
Desde que Mariana inició su tratamiento, su padre realizaba cualquier tipo de esfuerzo por ayudarla, por lo que en un momento decidió ir al banco de sangre de la Fundación Valle de Lili, clínica donde se encontraba hospitalizada su hija, para donar sangre, llevándose la sorpresa de que no podía hacerlo.
Actualmente Mariana continúa con su tratamiento de quimioterapia ambulatoria, acompañada de los estrictos cuidados a cargo de sus padres y abrazos de su hermana en su casa, al interior de la Base Aérea Marco Fidel Suárez. Los médicos han pronosticado excelentes probabilidades de recuperación total, que descarta por ahora tener que realizar un trasplante de medula ósea.
El Técnico Tercero Daniel Oswaldo Limas Cañón, continúa salvando vidas a través de operaciones aeromédicas en los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca como tripulante del helicóptero UH-60 y se asegura de apoyar el mantenimiento para que todos los equipos estén listos y en pleno funcionamiento para cada misión. Misiones como las de perifoneo aéreo, que actualmente se realizan a diario en la ciudad, para educar a la población en cómo prevenir el contagio del Covid-19, lleva mensajes y precauciones que él sigue estrictamente antes de entrar a casa después de cada misión, cuidando de la salud de Mariana.
Es así como un Suboficial de la Fuerza Aérea Colombiana enfrenta batallas, busca mantener la paz y se asegura de que la ayuda llegue donde se necesita, a sus seres queridos y a cada colombiano; un militar que no solo libra batallas con un uniforme puesto, sino también desde lo más profundo de su corazón como cualquier ciudadano, con el apoyo irrestricto de una gran familia aérea que le otorga fortaleza extra a este hombre, que está dispuesto a librar una feroz lucha por la salud de los suyos, no importa cuán grande y silencioso sea el enemigo