Soldado Wayúu comprometido en su servicio a la nación
Eran las 3:00 de la tarde cuando Iván David Van Grieken, llegaba a su casa en el KM 22 vía Valledupar, después de acompañar a su padre a arar la tierra en los cultivos de maíz y yuca, en ese momento escuchó por la emisora local la convocatoria para prestar el servicio militar en la Fuerza Aérea Colombiana.
De manera inmediata, Van Grieken recordó sus anhelos de niño en prestar su servicio militar en la Institución, compartiendo esa felicidad con su familia que con orgullo apoyaron su decisión.
“Inicié con todo el proceso de incorporación, yo ya había terminado el bachillerato y cuando pase me sentí muy feliz, porque sabía que iba a ser una experiencia nueva y además sería el orgullo de mi familia y mi comunidad Ichichon”, expresa Iván David con una gran sonrisa.
En lo que va del año 2021 ya son 25 jóvenes Wayúu, quienes han decidido incorporarse a ser soldados de aviación, por lo que la Institución se enorgullece de ser elegida para definir su situación militar, pues cabe recordar que la población indígena en Colombia, está exonerada de prestar el servicio militar, a menos que sea por decisión voluntaria y autónoma de quien lo hace.
Es así como Van Grieken, un joven wayúu de 21 años, alistó en un maletín negro sus pertenencias para iniciar ese sueño que se propuso desde niño, cuando alzaba su mirada y veía pasar a algunos aviones en el cielo de la Guajira.
“El día que viajamos para el CACOM 1, fue uno de mis días más felices, era la primera vez que veía y viajaba en un avión, apenas lo vi pregunté el nombre, Jupiter me dijo mi Primero, al subirme sentí tanta confianza, seguridad y más ganas de servir a mi país”, mencionó Van Grieken.
Después de finalizar la primera fase del servicio en la Escuela de Instrucción Militar Aérea (ESIMA), este nuevo soldado de la patria se perfiló como un ser que no pone límites al aprendizaje y demuestra su interés por mejorar día tras día.
“Van Grieken, es un joven muy sano, tiene muy buena memoria y en su actuar es muy honesto y responsable, un Soldado con muchas cualidades positivas, que le ha ido muy bien tanto así que ya va a completar los 7 meses con un excelente comportamiento y sin novedades”, explica el T2 Ovidio Gómez.
En el armerillo, el soldado apoya al comandante en la organización, limpieza y prestamos que se realizan al personal que necesita armamento para el desarrollo de las diversas misiones, aquí ha aprendido sobre la importancia de este lugar para la Institución comprendido toda la responsabilidad que conlleva el portar el uniforme de su Fuerza Aérea Colombiana.
Van Grieken, no duda ni por un segundo en continuar su vida militar, todos los días al amarrarse las botas del camuflado, ratifica que la decisión de ingresar a prestar su servicio militar es una opción de vida que se le metió en el corazón y día tras día aumenta como proyecto de vida.
Es así como a través de Van Grieken y los más de 60 soldados Wayúu que desde el 2017 se han incorporado a su Fuerza Aérea Colombiana, escriben una historia que enseña el valor del compromiso por su país y que la superación personal no tiene límites.