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Desde el aire combaten el fuego en 11 regiones

Los incendios arrasan miles de hectáreas. Las CAR tienen proyectos para conservarlas, pero aún no hay plata.

El ruido del helicóptero se convirtió en la esperanza. El aleteo de la máquina les llevó tranquilidad a las comunidades de Chocó y de la Sierra Nevada de Santa Marta, que llevaban días tratando de extinguir dos colosales incendios a punta de azadón y pala. El resultado: cerca de 10.000 hectáreas consumidas.
Los helicópteros de la Fuerza Aérea Colombiana, FAC, cambiaron su rutina de transporte, abastecimiento, combate... y en una tarea maratónica irrumpieron en la inmensidad de la selva chocoana y en la agreste Sierra Nevada para llegar hasta donde los bomberos no habían podido y así comenzar a controlar y extinguir las llamas. Entonces, mientras el viento, los militares, los bomberos, el agua, la temperatura y los mismos dioses se alinearon; ambos incendios estuvieron ardiendo dos semanas.

Aunque si bien es cierto que en los últimos cuatro meses en todo el país se han quemado cerca de 37.000 hectáreas en 550 incendios forestales, y que el Ideam tiene alerta roja en la mitad de los departamentos del país; los incendios de Unguía y de la Sierra Nevada pusieron a prueba a los organismos de socorro y a las comunidades por tres razones: ambos son lugares de reserva natural, en cada uno se quemaron cerca de 5.000 hectáreas y a ambos lugares es complejo llegar.

¿Cuál fue el impacto de estos incendios? ¿Cómo lograron controlar y extinguir un incendio de estas proporciones? y, en últimas, ¿qué sigue para estas regiones que tienen como denominador la relevancia de sus ecosistemas y de su biodiversidad?

La otra cara de las FAC
Cabe anotar que además de los incendios de la Sierra Nevada y de Chocó, la FAC ha estado en otros nueve departamentos: Antioquia, Arauca, Atlántico, Boyacá, Casanare, Cesar, Cundinamarca, Meta y Tolima. Ha volado 314 horas, ha empleado 505 de sus hombres y ha invertido cerca de 3.000 millones de pesos.

El Comandante de la Fuerza Aérea Colombiana, general Guillemo León León, destacó, en diálogo con El Colombiano, que aunque sus hombres están entrenados para este tipo de misiones, los incendios se han convertido en un reto para la tropa.

Destacó que la reacción de su Fuerza no se compara con la reacción de un bombero, no, ya que aunque también tienen urgencia por llegar al sitio de la emergencia, se toman el tiempo necesario para ejecutar el protocolo y así intervenir en la zona. Un protocolo que en unos casos tarda dos horas y en otros, cuatro

"Cada año, debido a los cambios climáticos, se ha ido acentuando la presencia de los incendios, los riesgos se van incrementando en la medida en que la tierra se va secando. Por esta razón, hace unos años la Fuerza Aérea comenzó a conseguir equipos para la extinción de incendios viendo que era una tendencia. Entonces, empezamos con la adquisición de los equipos Bambi Bucket que se instalan en los helicópteros y desde el aire poder ayudar en el combate al fuego", dijo.

Combate al fuego que no se hace solo desde el helicóptero. No. Así lo explicó el general León quien destacó que este es un trabajo articulado y debe tener un equipo operando en tierra que delimite el área de acción. Indicó también que antes de salir a la zona afectada se revisan las fuentes hídricas que le suministrará el agua a la Bambi para evitar desplazamientos largos.

"Trabajamos precisamente por el tema de los incendios, en hacer posibles unas políticas del presidente Juan Manuel Santos las cuales esperemos se puedan concretar para poder ampliar nuestras capacidades y que no nos limitemos a la Bambi Bucket, debido a que hay incendios más grandes y la Bambi no es tan efectivo en esos casos. La idea es tener más capacidades y mayor disponibilidad de equipos que nos permitan atender todas las emergencias".

Frente a cómo se desarrollaron los operativos en el caso específico de los incendios de Unguía y de la Sierra Nevada, explicó el oficial que en ambos tuvieron su complejidad.

"En Chocó la complejidad para nosotros es que estábamos en un parque de reserva natural y el acceso a esa zona selvática, por sus mismas condiciones, complicaron la misión, la hicieron más difícil y retardaron la contundencia del trabajo en tierra. Eso hizo que se prolongara unos días más la extinción del fuego".

En el caso de la Sierra Nevada de Santa Marta recordó que se presentaron varios focos del incendio en la misma montaña. "Aquí el asunto fue que entre más arriba de la Sierra se nos presentara un foco, era más difícil combatirlo porque las condiciones de los vientos en algunas zonas dificultaba la operación de los helicópteros, son aeronaves que se afectan mucho por vientos fuertes y en este tipo de áreas hay que tener precisión, de tal manera que efectivamente había unos espacios donde no podíamos operar".

La otra complicación, en este caso, es que no había una fuente donde se pudiera tomar el agua, por lo que antes de entrar a la zona, tuvieron que solucionar el problema del agua. No se podía tomar el agua de la ciénaga de Santa Marta porque tiene sal y la sal genera un efecto corrosivo en todos los elementos que se utilizan en la Bambi. La alternativa fue llenar los equipos con carrotanques.

"Cuando ya estamos en la operación, hacemos un trabajo enorme para que durante el incendio no se afecte la población civil y también por proteger la fauna y el bosque nativo", puntualizó el oficial.

El diagnóstico
Después del combate al fuego, aparece un nuevo drama: el desastre ambiental. La tarea queda en manos de las corporaciones ambientales quienes deberán empezar a realizar un diagnóstico de las pérdidas e implementar medidas para que esto no se vuelva a repetir.

Teofilo Cuesta Borja, director general de Codechoco, indicó que la información preliminar que tienen es que en Unguía se quemaron 4.828 hectáreas de bosque y que por ahora un equipo está realizando, la evaluación integral.

"Realizamos un perfil del proyecto para la recuperación de la zona que implica hacer una intervención en varios sentidos. Lo primero sería realizar una evaluación económica del impacto ambiental, definir un modelo de restauración ecológica idóneo, recuperación y fortalecimiento de los sistemas productivos tradicionales para que los campesinos no tengan que ir al bosque para conseguir los animales".

También se busca establecer una estrategia de monitoreo permanente para restringir el acceso en el área de conservación y una estrategia comunicacional enfocada en la educación ambiental.

"Con esto lo que quedó claro que no tenemos capacidad de respuesta en la región y por lo tanto, solo hasta 11 días después se pudo empezar a extinguir el fuego. Insistimos en que si la respuesta hubiera sido más pronta la pérdida no hubiera sido tan grande".

El proyecto para recuperar la selva chocoana cuesta cerca de 22.000 millones de pesos y aún no tiene el respaldo del Gobierno Nacional.

El panorama es muy parecido en Magdalena. Orlando Cabrera, director de la Corporación Autónoma Regional del Magdalena, Corpamag, indicó que el incendio en la Sierra Nevada de Santa Marta afectó aproximadamente 4.000 hectáreas. Destacó que la mayor afectación fue en las fincas cafeteras y en rastrojo y que solo en 15 días tendrán un diagnóstico definitivo de los hechos.

"Un incendio de estas proporciones nunca se había presentado en la región. A pesar de que siempre hacemos procesos educativos con las comunidades indígenas y campesinas, de todas maneras cuando hay una sequía tan grande como esta, se hacen prácticas indebidas y esto ocasiona estos incendios. La Fiscalía tiene la investigación".

Relató que en las tres corporaciones ambientales que tienen jurisdicción sobre la Sierra: la de La Guajira, Cesar y Magdalena trabajan en un proyecto que le entregaron al presidente Santos que busca la conservación y recuperación natural y cultural de la Sierra Nevada, así como el diseño de programas de saneamiento territoriales.

El proyecto tiene un costo cercano a los 260.000 millones de pesos, pero aún no ha sido aprobado por el Gobierno Nacional

3.298
millones de pesos ha invertido la FAC en apagar incendios.

DESDE ADENTRO
TRABAJO EN EQUIPO

En lo que va de este año, se han presentado en total 550 incendios forestales. El más reciente se presentó en Nobsa, Cundinamarca, en donde cerca de 100 hectáreas resultaron afectadas. De acuerdo con la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, los incendios se han registrado en 251 municipios de todo el país. Entretanto, la Fuerza Aérea Colombiana ha participado en la extinción de algunos de estos incendios, principalmente en aquellos lugares de difícil acceso. Cabe destacar también que en todos los incendios el trabajo de los bomberos ha sido determinante para su extinción.

EN DEFINITIVA

El trabajo de los hombres de la Fuerza Aérea se ha visto destacado este año por su labor de "combate al fuego". Han estado en 11 regiones trabajando en la extinción de incendios.

www.elcolombiano.com

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