Fuerza Aérea Colombiana tejiendo sueños en el Amazonas

San Pedro de los Lagos es una comunidad pequeña ubicada sobre la rivera del Río Amazonas, a 8 kilómetros de la capital amazonense. La comunidad de etnia Tikuna, está conformada por una sola familia, que a través del tiempo han expresados sus tradiciones autóctonas por medio de cantos, mitos, leyendas, cuentos, rituales, jeroglíficos y lenguas indígenas propias de la región, con los que hasta la fecha han logrado mantener su cultura casi intacta.

En esa comunidad, donde no falta en la mesa la fariña, el masato o caguana y el casabe, productos elaborados a base de yuca dulce y brava, se forjaban los sueños de un joven indígena que desde pequeño anhelaba hacer parte de las Fuerzas Militares de Colombia.

Luego de presentarse a la guardia del Grupo Aéreo del Amazonas- GAAMA y hacer todo el proceso de incorporación, ingresó a las filas de esta Unidad Militar Aérea, dando inicio a lo que para él y su familia sería la aventura más importante de sus vidas.

Para el Soldado, cambiar por 12 meses las tareas propias de la selva para defender el País, ha sido una decisión sabia, y es que para el joven Tikuna, cambiar la Yanchama, una fibra milenaria, con el que se elabora el traje típico para las comunidades indígenas en el Amazonas, para portar el uniforme de su Fuerza Aérea Colombiana, es un acto que hoy día lo llena de orgullo.

“Mis abuelos me enseñaron desde pequeño que la Yanchama, es como la piel, que nos conecta con la naturaleza, nos protege y nos hace ser lo que somos, hoy que porto el uniforme de mi Fuerza Aérea, puedo decir que a pesar de que la textura de la Yanchama, es muy diferente al pixelado, el sentimiento de orgullo que se siente al usarlo es el mismo”.

Con sus ojos negros llenos de un brillo indescriptible, este jóven, argumenta que se ha abierto una nueva puerta de oportunidades para los jóvenes indígenas, para que también dejen su huella en la historia del País.

El Soldado, asegura que el trabajo que realizan los hombres y mujeres de la Fuerza Aérea Colombiana en el Amazonas, es de vital necesidad en especial para las poblaciones más vulnerables presentes en áreas no municipalizadas como Puerto Arica, Tarapacá, La Chorrera, Puerto Santander, La Pedrera, Araracuara, comunidades que se encuentran ubicadas a cientos de kilómetros de la cabecera municipal, dónde debido a la complejidad del territorio selvático, son consideradas como áreas de difícil acceso, donde aeronaves como el C-208 Caravan, cómo todo ángel de metal, realiza operaciones en pro del bienestar, desarrollo y seguridad en esas zonas más alejadas.

"Gracias a la Institución, siento que también he podido ayudar a mi gente y a otras comunidades indígenas, cómo Huitotos, Cocamas, Yawas, Yucunas, Mirañas, Tanimuca, Bora, Yaunas, Cabiyari, Leutama, Cubeo y Andoke".

Prestar el servicio militar, para este Soldado no solo significa contar con una libreta militar, la cual lo ayudará a nivel laboral, sino que es una experiencia que le ha permitido escalar peldaños a través del aprendizaje de principios y valores, los cuales, lo han transformado en una persona íntegra, llena de honor, valor, compromiso y seguridad.

"Cuando tengo permiso y llego a la casa, mi mamá con una sonrisa en su rostro, me dice que he cambiado mucho, ¡pero para bien!, que mi forma de actuar, de expresarme y la forma en que le hablo a los jóvenes de mi comunidad, la llenan de felicidad".

Haciendo honor al lema de la Fuerza Aérea Colombiana, esta oportunidad le ha enseñado que luchar por los sueños, trae al alma recompensas. Y así, como por años en una Maloca se sentó al lado de sus hermanos y primos a escuchar las historias de su abuelo, espera algún día contar su propia historia y poder decir con orgullo a sus próximas generaciones “Ñaakü Nii Etawa I Gü” (Así se va a las Estrellas – lengua Tikuna).

Así se va a las Estrellas.