La historia del Asiento Eyectable
En este segundo capitulo encontrará la cotinuación de la Historia del Asiento Eyectable donde se amplió la tecnología para hacerlo más eficaz.
Utilización de cohetes
Los resultados obtenidos en el Instituto ya referido, condujeron a diseñar un sistema de expulsión doble, compuesto por dos cartuchos pirotécnicos.
El primero liberaba el asiento de sus fijaciones al piso de la cabina y la elevaba ligeramente fuera de la misma. El siguiente se encargaba, mediante un pistón y la combustión gradual externa, de acelerarlo sin excesivas brusquedades hasta que el piloto, asiento y paracaídas, alcanzasen una zona donde no corriesen riesgos de chocar contra su propio aparato.
Es de significar aquí en esta evocación de los primeros tiempos consagrados por los expertos a la producción y perfección de un asiento eyectable con destino a los pilotos aeronáuticos para ser utilizados en las grandes emergencias aéreas, que el primero de abril de 1961 se probó con éxito el primer asiento equipado con cohetes, desde altura y velocidad cero, consiguiéndose con ello una trayectoria casi vertical y un perfecto descenso desde unos 60 metros de altura.
Bajo el agua
En atención a lo anterior el 31 de marzo de 1962 se ensayó con éxito el sistema desde un avión que volaba a 463 kilómetros por hora y a 76 metros de altura. Se dijo entonces: “Se puede aseverar que el continuo mejoramiento de los asientos eyectables nos dejan concluir que ya existe un asiento de esta naturaleza capaz de expulsar a un piloto desde un avión sumergido bajo el agua”.
Con la instalación de cohetes impulsores se consiguió promocionar al asiento una trayectoria casi vertical de unos 60 metros suficientes para abrir el paracaídas, quedando así eliminado el problema de escapes durante las maniobras de despegue y aterrizaje, las más críticas del vuelo, desde luego. A los asientos capaces de proporcionar una eyección, con la aeronave detenida en tierra se les clasifican como tipo cero-cero, esto es, cero velocidad, cero altura.
Enfaticemos en que el desarrollo posterior de los asientos eyectables, trajeron consigo la incorporación de equipos de oxigenos, sistemas de supervivencia, incluidas balsas monoplazas, radiobalaizadas de localización y microordenadores para conducir las secuencias de eyección. Además, se diseñaron y fabricaron asientos lanzables desde el agua, en inmersión, para aviones que han caído al mar.