“Portar el camuflado de su Fuerza Aérea es el logro de un sueño”
“Desde niño miraba el cielo, me visualizaba estar en el aire, sirviendo y aprendiendo; recuerdo con orgullo mi ingreso a las filas del servicio militar un 27 de julio del 2009, ya una vez prestando mi servicio militar en el Comando Aéreo de Transporte Militar-CATAM, confirmé mi vocación de servicio con la sociedad”, menciona el Técnico Tercero Cristian Cortés Molina, Suboficial de su Fuerza Aérea Colombiana.
Aprendió a querer los símbolos patrios y recuerda con una sonrisa en su rostro una visita muy especial de las escuelas de formación en CATAM, que lo impulsó a seguir soñando y se propuso realizar todo el proceso de incorporación para pertenecer a su Fuerza Aérea Colombiana.
Su apoyo más grande ha sido Carmenza Molina, su mamá, quien una vez Cristián le planteó la idea de ser Suboficial no dudó en animarlo a continuar forjando su futuro y hacer realidad uno de sus tantos sueños; el 26 de diciembre recibe la gran noticia de iniciar en la Escuela de Suboficiales "CT. Andrés María Díaz” en Madrid- Cundinamarca, y forjar un nuevo camino hacia la excelencia.
El 12 de enero de 2010, dejó de ser soldado del aire para convertirse en Suboficial; inició este rumbo con una maleta llena de sueños y metas por cumplir, menciona que la escuela le enseñó a forjar su carácter y a valorar su familia, creando así mismo, otra familia y nuevos amigos con los que compartiría momentos inolvidables durante su formación.
Pertenece a la especialidad de Comunicaciones Aeronáuticas, enfocado en Defensa Aérea, en la actualidad tiene cerca de 3.500 horas de vigilancia que le han dado conocimiento y pericia para desarrollar y contribuir al conocimiento del espacio aéreo; asumiendo a diario este reto con responsabilidad.
Luego de tres años de formación militar y académica, recibe su primer título como Aerotécnico; es el único militar de su familia, ha sido el orgullo de ellos y le agradece a su madre por haberlo motivado y apoyado a seguir adelante con sus proyectos y a soñar.
Una vez finalizado su aprendizaje en ESUFA, es trasladado al Comando Aéreo de Combate Nº 3 en Malambo - Atlántico desempeñándose como coordinador de idiomas, ampliando sus conocimientos en esta área y creando un gusto en este campo.
En la actualidad, hace parte del Departamento de Acción Integral del Grupo Aéreo del Oriente en Marandúa, Vichada; ha conocido de primera mano las áreas de responsabilidad más vulnerables de este territorio y dice que reafirma una vez más su vocación al servicio de la comunidad, desarrollando programas y campañas en
beneficio de dicha población, con el fin de transmitir este amor de patria a todos aquellos que se encuentren en los rincones más apartados de nuestro país.
“Esta época de pandemia no ha significado dejarlo atrás o abandonar a los habitantes del oriente colombiano, todo lo contrario, representa una responsabilidad de protección y amparo, reafirmando los lazos de hermandad con los vecinos vichadenses, hemos tenido que reinventarnos como Institución, gracias a la Operación San Roque hemos estado presentes en el Vichada”, menciona Cortés frente a la llegada de la emergencia sanitaria por el COVID-19 y las medidas de bioseguridad decretadas por el Gobierno Nacional.
Es oriundo de Purificación, Tolima, un hombre que no para de soñar y una vez su etapa en GAORI finalice, desea ser instructor de inglés y continuar con su vocación de servicio aportándole a las personas todo su conocimiento, sin dejar a un lado la parte operativa en defensa aérea; es un ejemplo para sus hermanos y recalca que portar el camuflado es un orgullo pero a la vez una responsabilidad, un gran logro lleno de sacrificios que valen la pena.