Seguiré disfrutando de mi pasión por la aviación, sirviéndole a mi país
Tiene 22 años de edad, es el octavo de nueve hijos y desde muy pequeño ha manifestado su pasión por la aviación, viendo aeronaves pasar por los cielos de su tierra en Montería, Córdoba.
Él es el soldado Rafael Eduardo Ruíz García, actualmente se encuentra prestando su servicio militar en el Comando Aéreo de Combate No. 5 con sede en Rionegro, Antioquia, hace parte del segundo contingente de 2019 y después de doce meses de haberse incorporado, ahora con orgullo prestará tres meses más de servicio militar, debido a las medidas tomadas por el Gobierno Nacional, de acuerdo con el decreto 541 del 13 de abril de 2020 por el cual se extiende su servicio durante 90 días más, para quienes estén a punto de licenciarse.
Este joven, al igual que sus compañeros, han tomado con gran aceptación la medida de extensión del servicio militar obligatorio, su familia lo esperaba pronto de regreso, sin embargo se encuentran tranquilos, sabiendo que se quedará en el CACOM 5, la “Casa de los Halcones Valientes” sirviéndole a su país y con todas las medidas de bioseguridad para su protección personal.
Luego de terminar su bachillerato en el Colegio San Isidro, ubicado en El Carmen de Bolívar, Rafael decidió presentarse para prestar su servicio militar en la Fuerza Aérea Colombiana, una vez superado el proceso de incorporación, estuvo un mes y medio recibiendo instrucción primaria en el Comando Aéreo de Combate No. 1, CACOM 1, desde allí fue asignado a esta Unidad Aérea, que lo llenó de alegría y satisfacción, pues siempre anheló disfrutar de un clima como el que ofrece el oriente antioqueño.
Llegó al Valle de San Nicolás con muchas expectativas, miedo a lo desconocido, pero encontró todo el apoyo y respaldo por parte de sus superiores y compañeros “lo más importante es que aunque llegué solo, con el pasar el tiempo he conocido buenos amigos, buenas personas que quieren ayudar y que me acompañan, que siempre están ahí para sacarle a uno una sonrisa, se vuelven una familia completa acá, haciéndome sentir como en casa”, afirmó el soldado Ruíz.
“En estos 12 meses he logrado aprender muchas cosas, fortalecer mi confianza y mi carácter, aprendí a trabajar en equipo y tengo muy buenas amistades. Ha sido un proceso muy agradable, a veces surgen inconvenientes pero todo esto deja una lección aprendida para la vida” dice con orgullo esté joven, con una sonrisa en el rostro dejando ver la satisfacción que siente por pertenecer a la Institución Aérea y se ha convertido en una voz de aliento para sus compañeros.
Tiene la mejor actitud y ama la aviación, desde el lugar que le sea asignado, y en la labor que esté desempañando, observa con ilusión el ir y venir de los aviones, lo acompaña el sonido del rotor del helicóptero Black Hawk que todos los días sale a cumplir las diferentes misiones tanto humanitarias como de orden público, desde allí envía un mensaje: “Ánimo para todos los jóvenes que están pendientes de prestar su servicio militar, se necesita ser muy fuerte pero deja muy buenas experiencias, abre muchas puertas, conocimientos y acceso a múltiples oportunidades que ofrece la Fuerza Aérea y la vida”.
Los Soldados que se encuentran en esta Base Aérea, se sienten protegidos durante el tiempo que les resta para su licenciamiento, debido a las medidas de seguridad que se han adoptado para impedir la propagación del nuevo coronavirus y tomando en cuenta que se mantendrán las garantías en cuanto a salud, alimentación, bonificación mensual y dotación, entre otras.
“Mi sueño es seguir trabajando en el área de la aviación, si Dios lo permite dentro de la Institución, a la que quiero servirle. Como Soldado de la Fuerza Aérea Colombiana me siento muy orgulloso de estar acá, servirle a mi país y velar por la seguridad de todos los colombianos”.
Su Fuerza Aérea Colombiana acoge a hombres como él, llenos de valor y amor por lo que hacen, que todos los días se acuestan con la satisfacción del deber cumplido y el sueño de seguir construyendo un país mejor.