Un regalo muy especial desde Tres Esquinas hasta el Magdalena
El pasado 24 de diciembre el General Ramsés Rueda Rueda, Comandante de la Fuerza Aérea Colombiana, escogió el Comando Aéreo de Combate No.6 para celebrar esta importante fecha con los Soldados que prestan su servicio militar en esta Unidad, alejados de sus hogares. Por esto durante la cena que compartió con ellos, realizó un sorteo de regalos, en el cual salió ganador el Soldado José Miguel Vanegas oriundo de Remolino, Magdalena, quien, al recibir el regalo, pidió con gran ilusión que le dieran una bicicleta para niño, la cual haría llegar hasta su pueblo natal.
Este gesto despertó un sentimiento muy especial entre los asistentes, ya que implicaba dejar de recibir su regalo, para cederlo a su primo Saghal de dos años en Remolino; por lo cual el señor General Comandante de su Fuerza Aérea Colombiana decidió que este detalle viajaría cientos de kilómetros hasta el norte del país, para alegrar el fin de año de este niño colombiano, por lo cual, el regalo viajó desde el Caquetá hacia Bogotá, para finalmente llegar hasta la ciudad de Barranquilla.
Una vez llega este significativo presente al Comando Aéreo de Combate No.3, se organizó un grupo de sus integrantes, quienes desde muy temprano iniciaron este último recorrido en el cual viajarían por tierra hacia el departamento del Magdalena, por casi dos horas hasta llegar a la casa de la señora Erica Meza, quien es la tía del Soldado. Su residencia se encuentra ubicada en un pueblito llamado Remolinos, una tierra que ha sido denominada como anfibia por artistas y locales quienes a orillas del Río Magdalena, siembran paz, esperanza e ilusiones por el desarrollo de su región.
Al llegar este emotivo encuentro la señora Erica le pide al personal de la Fuerza Aérea Colombiana, que la esperen en la plaza central para poder guiarlos con mayor seguridad hacia su hogar, donde Saghal David la estaba esperando en una pequeña puerta que encierra el antejardín donde se escucha esa música típica del Caribe todos los fines de semana, saludando con mucha timidez a los Oficiales y Soldados que a su casa habían llegado, ya que tal como lo manifestó su mamá, jamás había visto militares tan de cerca, lo cual para él era nuevo.
Luego de esto, el Teniente Coronel Mauro Fajardo en nombre de todos los que integran la Institución le contó la historia del regalo que viajó cientos de kilómetros, para cumplir el deseo de uno de los jóvenes Soldados que presta su servicio militar en el sur del país, desde donde él quiso enviar alegría a su primo, a quien el considera como su primer sobrino, cumpliéndole el sueño de tener una bicicleta en esta navidad, para que pueda pedalear junto a sus amiguitos del barrio e incluso aprenda a usarla sin las dos ruedas traseras, para que al culminar su servicio militar pueda comprarle una más grande y pueda seguir disfrutando de sus derecho al juego.
Al llegar a esta casa dos Soldados se dispusieron a realizar una de las tareas más importantes de la visita, que era la de armar esta bicicleta, tarea que les llevo más de una hora en la que la expectativa del niño aumentaba, al ver ese color verde biche que parecía estar pidiéndole que la montara, sus ojos estaban llenos de alegría, porque no creía lo que estaba viendo, una bicicleta que había viajado desde tan lejos para que el pudiera recorrer las calles de Remolino, con la ayuda de su papas y gracias a su Fuerza Aérea Colombiana.
Luego de estar casi terminada la bicicleta la señora Erica empezó a conmoverse viendo a los jóvenes Soldados, quienes la hicieron recordar lo mucho que extrañaba a su sobrino José Miguel, expresando entre lágrimas lo mucho que deseaba verlo en esta bella época del año, pero que finalmente se sentía orgullosa porque está cumpliendo una misión loable por el país, una labor que no todos tienen el valor de desempeñar y que como ella misma lo dijo: ‘pienso que mi sobrino es muy valiente, él solito tomo la decisión de irse para la Fuerza Aérea y aunque sabía que iba a estar lejos de nosotros, tomó su decisión que finalmente nosotros apoyamos’.
Hoy un niño magdalenense tiene una nueva bicicleta que con las alas de su Fuerza Aérea Colombiana voló y llegó desde muy lejos, para permitirle cumplir su sueño, así como el deseo del Soldado Vanegas, quien desde el Caquetá logró hacer feliz a sus ‘sobrino’, despertar el orgullo de su familia y continuar llenándose de motivos para servirle al país con altura.