“Un sueño cumplido al completar mis 3.000 horas de vuelo como Suboficial”
Javier Mauricio Sánchez Álvarez es oriundo de Mariquita, Tolima; Suboficial de su Fuerza Aérea Colombiana ingresó a la Escuela “CT. Andrés María Díaz D." en el año 2001, prestó servicio militar en la Policía Nacional en 1997 posteriormente, se capacitó en el Servicio Nacional de Aprendizaje - SENA como Técnico Profesional en Distribución Comercial, motivado por muchos de sus amigos que habían hecho el proceso de incorporación en la FAC decidió tomar un nuevo rumbo.
Pertenece a la especialidad de Mantenimiento Aeronáutico, fue una decisión que tomó gracias a los comentarios de sus allegados que hacían parte de la Institución Aérea y soñaba con realizar el mantenimiento a alguna aeronave.
“Elegí ala rotatoria porque tuve la oportunidad de ver el Comando Aéreo del Combate Nº4- CACOM 4, en formación los helicópteros y me ilusioné con estar allí y hacer parte de ese selecto grupo de trabajo”, dijo Javier con entusiasmo al saber que su inicio en la Fuerza Aérea fue en esta Unidad y estaría cerca de su familia, quienes son su pilar fundamental y quienes están allí apoyándolo en cada paso de su carrera como militar.
Desde el colegio conoció el amor de su vida y ha sido su soporte, tiene dos hijos quienes día tras día lo motivan a continuar velando por la seguridad del territorio nacional, su familia es su motor para continuar adelante y se han mantenido a su lado pese a las comisiones y los kilómetros que muchas veces los separan, comprendiendo y adaptándose a su vida como militar y ahora que hace parte del Grupo Aéreo del Oriente menciona que los días para su reencuentro son más largos pero así mismo, conservan la esperanza de seguir compartiendo como familia.
Tras 16 años de servicio y ardua labor como tripulante de los helicópteros Bell 212, UH1H y Huey II e inspector de los tres equipos en el Comando Aéreo de Combate No. 4 en Melgar, Tolima, Grupo Aéreo del Oriente, el Suboficial exalta que "el resultado obtenido al cumplir estas 3.000 horas ha sido gracias a muchas personas: primero Dios, la familia, compañeros de trabajo y la Institución", luego de completar satisfactoriamente las horas de vuelo como tripulante de aeronaves de ala rotatoria en la Institución.
“Uno de mis objetivos al llegar a la Base Aérea “CR. Luis Arturo Rodríguez Meneses” era terminar de completar poco a poco esas horas de vuelo, mi último vuelo fue hacia Puerto Carreño, y el recibimiento que tuve luego de cumplir esas horas fue inolvidable y una sorpresa para mí, un sueño hecho realidad y una labor de vuelo a la que le había apuntado desde que inicié”, dijo Sánchez.
El tiempo en el que ha sacrificado con su esposa y sus dos hijos para apoyar las diferentes misiones y operaciones que desarrolla la Fuerza Aérea para salvaguardar la soberanía nacional, se ven reflejados en la mística, el arrojo y ahínco con el que el Técnico Primero es ejemplo de vocación y servicio para con la Institución, los hombres y caballeros del aire, y los compatriotas.
Estos caballeros del aire cumplen funciones que contribuyen a la preservación de la seguridad aérea, realizan el alistamiento de las aeronaves previo a realizar operaciones de entrenamiento de los futuros Pilotos de Helicópteros, así como misiones de responsabilidad social, extinción de incendios y búsqueda y rescate de personal.
Su proyección a futuro es continuar en la Fuerza Aérea, independientemente a la Unidad que le sea asignada, “en el lugar donde me encuentre siempre querré tener a mi familia y compartir más momentos, aprovechando que las responsabilidades cambian dejando a un lado la parte operativa y direccionar desde otro punto las nuevas generaciones”, fueron las palabras del Suboficial.
Es así como Javier, ha logrado con su trabajo silencioso y constante ayudar al cumplimiento efectivo de la Fuerza Aérea Colombiana, aportando sus conocimientos y por ser un apasionado por la aviación, hoy en día se siente orgulloso de cumplir uno de sus sueños y aportarle a la Institución.