Colombia sufre con frecuencia los estragos de fenómenos de variabilidad climática y pasa rápidamente de intensas temporadas de sequía a fuertes lluvias. Aunque ahora se esté pasando por una temporada de lluvias, no hay que olvidar que el año pasado Colombia vivió un intenso fenómeno del niño que causó sequías en varios departamentos y múltiples incendios en diferentes partes del país.