Cuarenta carrozas fúnebres ruedan a paso lento, solemnes y silenciosas entre las calles de la Base Aérea General Arturo Lema Posada en Rionegro, Antioquia. Absoluto rigor y respeto se respira entre los cientos de militares, autoridades colombianas y brasileñas que las esperan. En la plataforma aérea, frente a tres aviones C-130 Hércules de la Fuerza Aérea Brasileña, soldados empuñan las Banderas de Colombia y Brasil. Los féretros, escoltados por un cuerpo de militares se detienen y el capellán de la Unidad invoca el descanso eterno, el sonido de una corneta entona el toque de silencio, como despedida a los jugadores e integrantes del cuerpo técnico del equipo brasileño de fútbol Chapecoense.