El Cuerpo de Bomberos de Bogotá se llevó una gran sorpresa cuando el incendio que pensaron que había sido controlado el pasado jueves tomó fuerza el viernes por la mañana. Debido a los fuertes y cambiantes vientos capitalinos, la conflagración empezó a expandirse con gran rapidez, pasando de 600 metros cuadrados el jueves a dos hectáreas de bosque nativo quemadas. La emergencia llegó a tal magnitud que al cierre de esta edición casi 200 brigadistas se esforzaban por contener las llamas.