La simbiosis entre perro – ser humano, se traduce al albor que destella desde su significado, en efecto el perro en su naturaleza es un ser que se caracteriza como obediente, confiable, que se identifica con su guía, lo que lo induce a portarse de manera amorosa; la palabra perro proviene del hebreo Kaleb que procede de Kal (todo) y leb (corazón, cariño) es decir, todo corazón. Por otro lado, se entiende que el animal que logra reunir cualidades como la agilidad, resistencia, gran olfato y oído, además de la lealtad y una relativa docilidad para dejarse educar, tiene necesariamente que ser útil en lo que se emplee y como resultado se ha desempeñado una función como auxiliar para las tropas de un grupo de hombres que defiende la soberanía de su país, que en varias oportunidades de la historia lo calificaban como el salvador tras alertar la llegada de tropas enemigas o de amenazas que pudieren afectar a sus familias.