Cincuenta máximas: un legado de valor y honor militar en el Bicentenario
En el marco de la conmemoración del Bicentenario, el Ministerio de Defensa Nacional emite Cincuenta Máximas que ratifican el compromiso con el respeto, protección y garantía de los Derechos Humanos con la población colombiana como razón de ser de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, quienes forjan una Nación resiliente que transforma adversidades en oportunidades y con su sacrificio construyen futuro.
A través de la historia, las Fuerzas Militares y la Policía Nacional han tenido como principio el respeto por los Derechos Humanos, legado de quienes con arrojo libraron las duras batallas que condujeron a la victoria y a la libertad. Así, las 50 máximas se convierten en un recordatorio de que los integrantes de la Fuerza Pública tienen como objetivo el respeto por la dignidad humana, los derechos humanos y el estricto acatamiento del derecho internacional humanitario.
Para las Fuerzas Militares y la Policía Nacional es un honor incorporar este documento en el ejercicio legítimo de la autoridad por parte de los uniformados desplegados en todo el territorio nacional, para actuar con total apego al sistema democrático y constitucional y promover condiciones de seguridad que fortalezcan las instituciones del Estado Social de Derecho.
Como parte de estas 50 máximas se reitera que, históricamente, las actuaciones de los hombres y mujeres que conforman la Fuerza Pública promueven a través del ejemplo, los principios y valores institucionales, así como la legitimidad como centro de gravedad estratégico y fuente del comportamiento ético superior, necesario para fortalecer el imperio de la ley y la transformación del territorio.
No hay duda de que la base de la paz es la vigencia de la Constitución, por ello las Fuerzas Militares y la Policía Nacional se convierten en una Fuerza éticamente heroica cuando brinda seguridad con fundamento en el respeto de la ley y la transparencia.
La Fuerza Pública no renuncia a su obligación constitucional de proteger a los colombianos y doblegar las amenazas que los afectan. Ellos están dispuestos a morir por defender la patria, así el soldado no teme el escrutinio público de sus actos, su vocación de servicio es inquebrantable y en consecuencia el mayor estímulo para estos héroes de la patria es el amor y respaldo de los colombianos.
