El vuelo para salvar a la nutria gigante bebé
La travesía inició en Arauca, donde tras nueve días de haber nacido, dos bebés de nutria gigante, un macho y una hembra, quedaron huérfanos, debido a que su madre fue asesinada por cazadores; sin embargo, la Policía Nacional logró incautar los animales y ponerlos a cargo de Corporinoquia, entidad ambiental correspondiente, quienes se encargaron de los cuidados de las crías y trasladarlas a un hogar de paso para animales en Yopal, Casanare.
El bebé macho no logró sobrevivir, razón por la cual se requirió trasladar con urgencia a la hembra al Zoológico de Cali en un vuelo realizado por la Fuerza Aérea Colombiana, desde el oriente hasta el occidente del país. Las autoridades ambientales buscaron la forma de llevarla a través de diferentes aerolíneas, pero éstas no permitían que la nutria, de un mes y quince días de edad viajara en cabina, ya que por circunstancias biológicas del animal, éste debía trasladarse bajo condiciones especiales para resguardar su vida y su salud.
El vuelo además, debía ser corto para garantizar la sobrevivencia del mamífero, por tal motivo Carlos Galvis, biólogo del Zoológico de Cali, se comunicó con la Fuerza Aérea Colombiana en busca de apoyo, encontrando una respuesta positiva e inmediata a su solicitud.
Un avión C-90 fue el encargado de cumplir la importante misión de trasladar desde el Grupo Aéreo del Casanare en Yopal, hasta el Comando Aéreo de Combate N°7 en Cali, a esta especie endémica de la Amazonía, que se encuentra en peligro de extinción por la caza indiscriminada.
Actualmente la piel de este mamífero es comercializada en algunos mercados, por lo cual los cazadores en su propósito, han destruido su hábitat natural, además la consideran competencia en el negocio de la pesca.
En el tiempo que estuvo la nutria en el hogar de paso, una bióloga de Corporinoquia se convirtió en su cuidadora, alimentándola con leche especial y disponiendo de todo lo necesario para que la nutria creciera y se fortaleciera. Inclusive le regaló un juguete de peluche con los sonidos del latido del corazón, convirtiéndose en apoyo para lograr la independencia de este bebé.
Durante el vuelo se tuvieron en cuenta todas las consideraciones técnicas y aeronáuticas para evitar el estrés del animal y garantizar su supervivencia en el zoológico de Cali. Ahí se cuenta con un programa de conservación y reproducción de esta especie, el cual determina que deben crecer en manada, ya que pueden agredirse entre otros grupo de animales.
El vuelo para salvar a la cría fue un éxito, se espera que en el zoológico mantenga su estado de salud y pueda iniciar un programa genético, que permita su conservación y así mismo, posteriormente reintegrarla a su hábitat natural.
El compromiso que la Fuerza Aérea Colombiana asume, no es solo con la soberanía y la seguridad de la nación, sino también con la flora y fauna. Por esta razón la Institución ratifica su responsabilidad y extiende sus capacidades para contribuir en la defensa y protección del medio ambiente.