En emotiva ceremonia fue reinaugurado en Villavicencio el monumento del avión por su Fuerza Aérea
Con una nueva imagen, embellecimiento de la rotonda e instalación de una placa, letras y puntos de iluminación fue restaurado el monumento del avión OV-10 Bronco, que en el año 2012 la administración municipal instaló en medio de la glorieta sobre la calle primera, carrera 22, para exaltar la participación activa de la Fuerza Aérea Colombiana en el desarrollo y la consolidación de la tranquilidad ciudadana.
El monumento fue reparado por iniciativa del Comando Aéreo de Combate No. 2 en una alianza con la Gobernación del Meta y el incondicional apoyo de la secretaria de gobierno de la Alcaldía de Villavicencio que unió a empresas del sector privado a este esfuerzo, impulsado en el marco de la reactivación económica y tras la firma del Pacto por la Llaneridad de la Unidad Militar Aerea. Las labores de mantenimiento comenzaron en el mes de junio con el ánimo de engalanar para las épocas decembrinas este sitio estratégico por donde transcurren a diario tanto propios como turistas.
Durante los actos protocolarios una maravillosa e inédita historia fue narrada para mostrarle a los asistentes que, así como el poder aéreo es empleado para mantener el orden público, también ha sido el responsable de salvar miles de vidas, protegiendo el derecho a la salud de poblaciones vulnerables o que han quedado en riesgo frente algún tipo de emergencia natural.
El relato trató de una complicada maniobra que se llevó a cabo en el año de 1994, en la que se buscaba proteger la integridad de una mamá que no podía ser atendida para dar a luz en el Vichada a causa de las distancias y la escases de centros médicos. En esta misión se efectuó lo inimaginable, su tripulación acondicionó artesanalmente el avión logrando salvar la vida de madre e hija.
Antes de desanudar el monumento para hacer entrega oficial del mismo a la población de la puerta del llano, los invitados fueron testigos de un hermoso reencuentro entre aquella bebé que hoy tiene 27 años y a quien llamaron Olga Viviana por las siglas de “OV” de esta aeronave, y su héroe, el Coronel retirado Jairo Edilberto Cuán Zea, piloto que arriesgó su carrera por protegerlas.
