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Hombre que atacó a machete a 2 niños dijo que “los iba a liberar”

A 29 días de haberse presentado la tragedia del barrio El Pinal, en el nororiente de Medellín, donde un hombre que dijo “ser enviado de Dios y que liberaría la tierra del Demonio” mató a cinco personas, sucede un hecho, al parecer, similar en zona rural del municipio de Ciudad Bolívar, donde un campesino, al parecer, furioso porque no le prestaron un celular, atacó, con machete, a un niño y una niña.

En medio del ataque gritó que los “tenía que liberar”.

El administrador de la finca La Coqueta, donde ocurrieron los hechos, Juan Carlos Ruiz, relató que el hombre llegó a la vereda La Arboleda del corregimiento Farallones, en la escalera que salió a las 6:00 a.m. de Ciudad Bolívar.

“Venía de sombrero blanco, sudadera, botas pantaneras y un impermeable blanco como camisa. Una vez lo acepté como cosechero se fue para el campamento, en un cambuche dejó los documentos y salió para el frente de trabajo.

Allí no estuvo mucho tiempo. Hacia las 7:30 a.m. bajó y se encontró con otra cosechera, que llegó hace dos meses procedente de Amagá. Ella llevaba a su niña de 4 años y su niño de 6 para la casa de la hacienda, para que una cuñada se los cuidara mientras ella recogía café.

Se la encontró en la carretera y le dijo que le prestara el celular. Ella le respondió que no tenía y ante esto el hombre que llevaba un morral y colgado de él un machete sin vaina, lo sacó y dijo que iba a liberar a los niños y los agredió con el arma. A la niña le amputó la mano derecha y le dio un machetazo en la cabeza. Al niño le dio en el cuello y le comprometió la columna vertebral.

Fuerza Aérea
Al enterarse del hecho, Ruiz corrió para el corregimiento por la Policía y cuando regresaba vio que una patrulla auxiliaba a los niños y los llevaba para el hospital de Ciudad Bolívar donde le pidieron ayuda a la Fuerza Aérea, que mandó un helicóptero.

Al niño se lo llevaron para el hospital San Vicente Fundación, pero a la niña no la pudieron movilizar, porque le dio un paro cardiorrespiratorio. Allí la revivieron y llegó otro helicóptero por ella. También la remitieron a Medellín.

“En ese momento nos dedicamos a buscar al agresor que amenazaba a todo el mundo y escapó por el Alto de los Jaramillo”, comentó.

En el cambuche dejó la cédula. Es un hombre nacido en Urrao, en 1976, y cedulado hace poco en Ciudad Bolívar, concluyó el administrador del predio.

Por su parte el concejal liberal de Ciudad Bolívar, César Mauricio Taborda, repudió el hecho y pidió la captura del sujeto y su judicialización, para que este atroz ataque no quede en la impunidad.

Recordó que hace pocos días un individuo atacó, también en Bolívar, con machete a un perro y luego en la vereda La Angostura, parte alta, otro sujeto le amputó las dos patas delanteras a la cabra “lulú” y el agresor se encuentra libre.
Indicó que por este caso convocará a la movilización de la ciudadanía en señal de rechazo y de apoyo a esta humilde familia.

Policía Nacional

El comandante de la Policía Antioquia, coronel Wilson Pardo, indicó que al sitio se desplazaron unidades de Infancia y Adolescencia y el comandante del Distrito de Ciudad Bolívar para apersonarse de la investigación.

Añadió que el hombre era desconocido en ese sector de Ciudad Bolívar. Concluyó que ante el clamor de la comunidad para capturar a este individuo que puede representar un peligro para el resto de ciudadanos, esperan capturarlo prontamente.

El secretario de Gobierno de Ciudad Bolívar, Héctor Galeano Ortiz, comentó que el Ejército se unió a la búsqueda del agresor y que estaban tratando de verificar en qué estado mental se encontraba el individuo, porque inicialmente se dijo que había sufrido un ataque de demencia.
El hospital San Vicente Fundación de Medellín, confirmó que ambos niños son atendidos en urgencias del Pabellón Infantil de la institución y el pronóstico hasta anoche era reservado.

Trastorno no tratado

El siquiatra del hospital San Vicente Fundación y profesor de la Universidad de Antioquia, Jorge Ospina, opinó que si esta persona sufrió un momento de demencia, puede ser un trastorno mental no tratado. Pero, advirtió, que hay que tener en cuenta que la mayoría de personas que cometen actos violentos contra otras personas no tienen trastornos mentales. Son antisociales en los que influyen factores de la sociedad.

Entonces, en este caso hay que investigar si se trató de intolerancia o de un trastorno mental que no fue tratado a tiempo, anotó.

“Lo importante es que no se satanice la enfermedad mental, porque la mayoría de personas con trastornos mentales no cometen actos de violencia. También hay que investigar un caso de intolerancia. Una persona normal, bajo el alcohol y las drogas tiene más riesgo de ser agresiva que un enfermo mental ”, dijo.

Añadió que en Colombia el sistema de salud tiene la estructura y la legislación para la atención en salud mental, pero pasa que, como en el resto del sistema, hay problemas económicos y de cobertura y la atención no es óptima.

La sicóloga Diana Peláez, de la Unidad de Duelo de la Funeraria San Vicente, advirtió que en el caso del asesino de 5 personas de el barrio El Pinal, de Medellín, se notó que el individuo tenía un trastorno siquiátrico sin tratamiento, combinado con una demencia mística, ya que se sentía el “elegido por Dios”.

“El problema de la salud mental en Colombia es más delicado que la salud física, porque hay una cantidad de trastornos que la gente no considera que debe tratarse y mientras no exista ese control se pueden repetir episodios tan tristes como estos”, dijo.

Autor
www.elcolombiano.com

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