Población de Providencia y Santa Catalina recibe servicios de salud
A las islas de Providencia y Santa Catalina llegó su Fuerza Aérea Colombiana (FAC) con una jornada asistencial médica y humanitaria que marcó positivamente la vida de los raizales. Durante dos intensos días, cerca de 40 profesionales de la salud, con el apoyo de múltiples entidades y fundaciones, ofrecieron 2.599 atenciones médicas, brindando esperanza y alivio en la región insular del país.
A continuación, conocerán cómo se desarrolló esta jornada, que inició su planeación hace tres meses atrás.
El día viernes 14 de junio, especialistas y representantes de fundaciones se reunieron en el Comando Aéreo de Transporte Militar (CATAM) en Bogotá a las 02:00 de la mañana, para abordar un avión Boeing 737-700 con destino a la isla de San Andrés; su objetivo, llevar a cabo una misión humanitaria que beneficiara a la mayor cantidad de población raizal.
Luego de un vuelo de aproximadamente una hora y media, el personal asistencial arribó al Grupo Aéreo del Caribe (GACAR), Unidad Militar de la FAC, allí eran esperados por buses para realizar el traslado hacia el Muelle Cove a las 09:00 a.m. Desde este punto embarcaron en el buque de guerra Almirante Tono, que partió rumbo a las islas de Providencia y Santa Catalina.
En la isla las condiciones meteorológicas eran favorables, el ambiente reflejaba una sensación de esperanza, ya que los medios de comunicación en la región habían informado a la comunidad que un equipo médico estaba llegando para proporcionar atención gratuita en diferentes especialidades médicas, que brindarían alivio a las necesidades de salud.
Los lugares designados para las atenciones fueron el Hospital de Providencia y Santa Catalina, así como el colegio Junín, teniendo en cuenta que por su infraestructura permitirían acoger un considerable número de personas, como se esperaba recibir durante la misión humanitaria. Estas instalaciones son reconocidas por haber sido utilizadas anteriormente por el GACAR para actividades de apoyo a la comunidad.
Cabe resaltar que en las inmediaciones del hospital y el colegio se evidenciaron largas fila de personas, principalmente adultos mayores, esperando el turno para su atención.
La jornada comenzó el sábado 15 de junio a las 07:30 a.m. Al abrirse las consultas, los rostros de los raizales y residentes transmitían alegría y esperanza al recibir soluciones para sus problemas de salud.
Este primer día fue especialmente significativo, con un total de 1,245 servicios prestados hasta el cierre a las 05:30 p.m. El servicio de odontología lideró las atenciones con 385 consultas, seguida por optometría con 128 revisiones, cifras que reflejan las necesidades de la comunidad.
Los habitantes de las islas recibieron diagnósticos y tratamientos completos en otras especialidades como medicina familiar integral, ginecología, ortopedia, dermatología, pediatría, psicología y fisioterapia. También se llevaron a cabo cirugías menores y procedimientos maxilofaciales.
El servicio brindado fue integral, puesto que los medicamentos formulados a los pacientes se entregaron al concluir cada consulta, así mismo los lentes formulados a sus necesidades visuales y otros suministros esenciales. Complementando la labor humanitaria y abordando múltiples necesidades de la comunidad, se distribuyeron kits escolares, leche en polvo, kits de aseo, zapatos y ropa en buen estado.
El segundo día, domingo 16 de junio, inició a las 08:00 a.m, con intervenciones quirúrgicas menores programadas, que permitieron beneficiar a 1.354 personas. Entre las operaciones realizadas se destacaron 16 cirugías dermatológicas y 7 intervenciones menores y aunque las condiciones meteorológicas no eran las más favorables e incluyeron una ligera lluvia intermitente, el compromiso y determinación de los especialistas no se vio afectado por esta situación, por el contrario, el enfoque de cada uno de ellos era contribuir a mejorar la calidad de vida de los pacientes y el resultado de ello se evidenció en el número de las atenciones.
Uno de los momentos más emotivos fue el testimonio de un raizal, quien, tras una cirugía, expresó su profundo agradecimiento: "Primero que todo le doy gracias a Dios por permitir que ustedes estén aquí con nosotros, sabemos que el viaje en buque no fue fácil para todos ustedes; 5 horas desde San Andrés hasta Providencia, pero llegaron a salvarnos la vida, llegaron a darnos una esperanza. Llevo toda mi vida con este tumor en la espalda y había sido imposible sacarlo porque no contamos con cirujanos. Gracias a las manos de los doctores de esta actividad médica ya puedo estar tranquilo y sin dolor”.
Mientras en el hospital de Providencia y Santa Catalina se llevaban a cabo intervenciones quirúrgicas menores, dermatológicas y maxilofaciales, en el colegio Junín causó gran impacto la apertura de una zona para barbería, peinado y maquillaje, servicios adicionales que disfrutaron todas las familias de la región.
Fueron aproximadamente 20 horas de trabajo, durante dos días, de todo el personal médico, asistencial y logístico que permitieron llevar a feliz término este gran encuentro. La jornada concluyó con un sincero agradecimiento por parte de los residentes de la región, quienes expresaron su satisfacción por la exitosa misión médica realizada.
Ver, escuchar y recibir con orgullo las gracias y bendiciones de la comunidad es el reflejo del deber cumplido, saber que el objetivo de la misión se materializó, es motivo de profunda felicidad para todos los involucrados y deja evidenciado que con el trabajo articulado de personal y capacidades es posible ayudar a quienes más lo necesitan.
Este esfuerzo fue posible gracias a la coordinación y apoyo de diversas instituciones, entre ellas la Fuerza Aérea Colombiana, el Ejército Nacional, la Armada Nacional, la Alcaldía de Providencia, la Fundación Juan N. Corpas, Optómetras por Colombia, la Universidad Militar, Colgate Palmolive, Totto, la barbería Eleganza, Droguerías Colsubsidio, la Fundación Minuto de Dios y la Fundación Carolina Muñoz.
La Fuerza Aérea Colombiana, a través del Grupo Aéreo del Caribe, reafirma su compromiso de continuar generando actividades que beneficien a la comunidad en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, demostrando que la colaboración y la solidaridad pueden transformar vidas y construir un futuro más saludable y esperanzador para todos.