Una joven bogotana de 20 años de edad, persona jovial, alegre, de ojos expresivos y brillantes, tez blanca y una sonrisa permanente fue diagnosticada con cáncer, pero esa condición no le ha hecho perder la esperanza ni el amor por la vida, ella aprovecha cada instante para agradecer a Dios por todos los regalos que él le da en su vida, a pesar de la enfermedad que está viviendo y el complejo tratamiento que recibe. Vive con su abuela y su hermana menor pero a pesar de las difíciles condiciones económicas y dificultades familiares, no se rinde.