Crecimiento profesional y pasión por servicio

Prevenir enfermedades, aplicar curas y salvar vidas es la importante misión que tiene todo médico durante su carrera, y es así como se cataloga, una de las profesiones más importantes y requeridas actualmente. Todo esto debido también a lo acontecido durante estos últimos dos años relacionado con el nuevo coronavirus; pandemia que tuvo un gran impacto y afecto a la mayoría de la población del planeta tierra.

Responsabilidad, compromiso, vocación y amor por servir es lo que caracteriza principalmente a los héroes de la salud, ya que son ellos científicos y artistas de este arte de la medicina. De igual manera, el médico tiene la obligación de sacrificar y dar todo por su paciente, jurando no abandonarlo y poder al final tener la satisfacción del deber cumplido.

La Subteniente Paula Alfaro, es una de los médicos operacionales de su Fuerza Aérea Colombiana, actualmente se encuentra en el Comando Aéreo de Combate No. 2 y quien con tal solo 7 meses después de su incorporación, cuenta su experiencia y aprendizaje durante este tiempo, teniendo en cuenta el cambio que hay de trabajar de la vida civil a la vida militar.

¿Por qué escogió medicina como la profesión y carrera de toda su vida?

Siempre me pareció una carrera bonita, me gustaba la idea de poder mejorar la condición y calidad de vida de las personas, ser la responsable de cambiar y brindar bienestar, y al final tener la satisfacción del haber ayudado a esa persona que deposito su confianza en uno.

¿Cuéntenos cómo fue su experiencia durante su carrera?

Mi carrera como médico cirujano general duro 7 años, incluyendo el rural. Allí conocí e hice muchas amistades que me ayudaron a crecer y enriquecer mi vida profesional. Durante mi formación como profesional hubo muchos retos, trasnochadas diarias, risas y momentos en podrían a llegar a ser difíciles pero que marcaron esta etapa de mi vida y me forjaron a ser la profesional que soy hoy en día.

¿Dónde y cómo fue su servicio social obligatorio como médico general?

Tras pasar varios filtros logré ser seleccionada para realizar mi rural en la Fuerza Aérea Colombiana. Es gracias a este servicio que marca un antes y un después de todo médico, por tal motivo considero que no se puede ejercer sin haber cumplido con esta misión. Aquí aprendí bastantes cosas de las cuales hoy agradezco, pero lo que más rescato de todo, son los retos y la capacidad de la toma asertiva de decisiones frente a momentos críticos del paciente que uno adquiere durante esta etapa. Al haber trabajado durante un año con La Fuerza Aérea y convivir en un ambiente aeronáutico y militar, fue que me motive y tome la decisión de incorpórame en el cuerpo administrativo.

¿Cómo ha sido su experiencia ejerciendo su carrera como una oficial de la Fuerza Aérea Colombiana?

Actualmente con siete meses como médico operacional de la Fuerza, ha sido una experiencia única y muy bonita. Mi motivación para hacer parte de esta familia aérea, es la bonita labor de llegar a sitios apartados de la sociedad, ayudando a gente que, por algún motivo, económico, de salud o de distancia, no pueden llegar fácilmente a un puesto de salud en caso de alguna urgencia o requerimientos especiales. El poder conocer la geografía de mi país, el cambiar mi rutina, salir de un consultorio y estar con el paciente en cada uno de estos lugares, son los que me impulsan a seguir con esta bonita misión de salvar vidas.

¿Cuál considera que ha sido la misión retadora durante estos siete meses?

Actualmente hemos realizado varios traslados y evacuaciones en dos tipos de aeronaves, ala fija y ala rotatoria. Y dentro de estas, una misión que fue en verdad retadora fue con un paciente politraumatizado debido a un accidente de tránsito, y gracias a las capacidades con las que contamos en la Fuerza, logramos adecuar la aeronave C208B Caravan como una unidad de cuidados intensivos para la atención de este paciente. Igualmente, los traslados de pacientes Covid es un todo un desafío, ya que este implica el emplear los elementos de protección de bioseguridad no solo en el personal de la salud, sino en toda la tripulación, y nos vemos expuestos a los cambios fisiológicos como deshidratación o hipoxia. Tuvimos un caso de alto cuidado con un paciente positivo que requería suplencia de oxígeno y tenía riesgo de falla ventilatoria.

¿Cuáles son sus misiones en tierra?

En el Comando Aéreo de Combate No.2 soy la encargada de definir la aptitud psicofísica de los tripulantes, hago mis turnos con normalidad, presto disponibilidades, acudo a emergencias dentro y fuera de la unidad, estoy encargada de controlar la talla y peso de la unidad con el programa FitFac, realizo charlas para tripulantes, asisto diariamente a pacientes Covid y presto el servicio de consulta Externa.

¿Se siente a gusto con la misión que está ejerciendo actualmente?

Completamente feliz, soy consciente que es de retos diarios, pero como todo en la vida es un aprendizaje que me ayuda ser perseverante e integra. Recalco una frase que alguna vez me dijeron en la universidad “uno no debe estudiar para el parcial sino para el paciente” con esto reafirmo que esta bonita profesión es una vocación de servicio de la cual hoy me siento orgullosa por hacer parte de esta grande misión.