La misión de una madre como bacterióloga y militar al servicio del país
En medio de la naturaleza caqueteña, reside una mujer cuyo coraje y dedicación son tan impresionantes como la selva que rodea su hogar, se trata de la Teniente Coronel Claudia De La Pava una Oficial con más de 18 años al servicio del país como integrante de su Fuerza Aérea Colombiana, pero al mismo tiempo, una madre que equilibra el deber con el amor familiar.
Claudia se describe a sí misma como una mujer tranquila y conciliadora, estudió Bacteriología en la Universidad Católica de Manizales, cuenta con una especialización en Gerencia de Servicios de Salud, ingresó a la Escuela Militar de Aviación en el año 2005 para integrar el curso No. 24 de Oficiales del Cuerpo Administrativo con el firme propósito de servir a su país, desde entonces ha demostrado su compromiso y valentía, cualidades que la llevan a ser en la actualidad la mujer más antigua en su especialidad.
Hoy, lleva en sus hombros la gran responsabilidad de ser la Jefe del Establecimiento de Sanidad Militar del Comando Aéreo de Combate No. 6, base que le recuerda los inicios de su carrera militar y de la conformación de su matrimonio con el Teniente Coronel Jorge López, un hombre que la ha acompañado en los desafíos y triunfos, con quien construyó una familia sólida y amorosa, fruto de esto, en el 2016, en medio de su carrera militar Claudia con el grado de Capitán se convirtió en madre del pequeño Jorge David, a quien describe como su milagro.
Su trayectoria siendo militar y madre la ha llevado a enfrentar grandes retos, uno de ellos y quizá el más importante fue cuando en 2020 la pandemia del COVID-19 llegó a Colombia, ella se desempeñaba como Jefe Operacional del Laboratorio Clínico del Dispensario Médico de las Fuerzas Militares, para ese momento la Coronel De La Pava se encontró en la primera línea de batalla, enfrentando un virus del que poco se conocía, pero que con coraje disipó el riesgo y trabajó incansablemente en uno de los momentos más difíciles por los que ha atravesado el país.
Mientras tanto en casa estaba Jorge David, su hijo, que aun siendo tan pequeño reconocía que su madre era una heroína, una mujer que estaba dispuesta a seguir sirviendo a su país, aún con la esperanza de llegar a casa y no contagiar a su familia, Claudia no vaciló en su deber y con grandes retos y el apoyo de su esposo decidió continuar con su trabajo, sacrificando tiempo con su núcleo familiar con la finalidad de no llevar un virus, que para ese entonces era mortal, al seno de su hogar.
Para Claudia, ser madre, bacterióloga y militar es un desafío constante, pero lo abraza con gallardía y orgullo, es una mujer que ama su profesión, que sabe que su verdadera misión en la vida es servir no solo a su país sino también a su familia; con su fuerza, coraje y amor inquebrantable, la Teniente Coronel Claudia De La Pava es un ejemplo inspirador de lo que significa ser una madre y una heroína.